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jueves, 27 de junio de 2013

Triple panna cotta: café, Baileys y tradicional

A simple vista puede parecer una tarta de tres chocolates un poco descolorida, pero no.


Ya os he dicho muchas veces que me encanta Italia y todo lo relacionado con ella. Desde que viví un año en Roma, tengo especial debilidad por todo lo italiano. Y su gastronomía no iba a ser menos. Y sus postres menos aún!jejeje.

En ese país hay una bollería y unos postres que son, de verdad, para perder el sentido.


Y unos de mis postres favoritos es, sin duda, la panna cotta. No hay cosa más sencilla de hacer que este postre y está buenísimo. Además permite hacer muchísimas versiones y combinaciones de sabores que hacen que no sea para nada aburrido.

Ya os enseñé cómo presentar una panna cotta tradicional de manera original en un huevo de chocolate y esta vez os traigo otra versión de este postre.


La semana pasada, ya os comenté, no tuve tiempo para nada. Era la última semana de trabajo, últimos exámenes (me estoy intentando sacar una FP por libre), médico con mi madre y 4 tartas y 40 galletas que preparar. Y en medio de toda esa vorágine: comida familiar.

Pero no una comida familiar cualquiera, no. Primera vez que nos juntábamos a comer mi novio y yo con su hermana y su marido, sus padres y mi madre. o_O


Siempre haciendo postres para el blog o preparando tartas y demás para otra gente, ¿y no iba a llevar nada de postre a la comida?  No era plan.

Pero no tenía tiempo de preparar nada! Así que me dije: algo que se prepare en un plís.

Tenía un brick grande de nata empezado...lo vi claro: panna cotta.


Para que no fuera la panna cotta clásica, se me ocurrió hacerla de Baileys. Al final hice mitad de Baileys y mitad tradicional. Y para aprovechar los recortes de bizcocho que tenía, pensé en hacerle una base de bizcocho.
 
Y no sé si fue una pifiada o una genialidad: puse migas de bizcocho en el fondo y claro, al añadir la panna cotta líquida, se mezcló todo. Pero quedó buenísimo!!!!!
 

No tuve ni tiempo de hacerle fotos, así que quería repetir la receta para compartirla con vosotr@s , porque me parecía  muy egoísta quedármela sólo para mí.
 
Pero cuando me iba a poner a reproducirla, de repente me vino un antojo de un café cortado con Baileys y hielo. En verano me encanta tomar este café por la tarde y al sacar la botella de Baileys se me antojó (no porque haga calor, que aquí últimamente sol sí, pero de 19ºC no subimos ni por casualidad!).
 
Y se me iluminó: "¿y si hago la versión postre de este café?"
 
 
Y eso es lo que os traigo hoy: una triple panna cotta de café, Baileys y la tradicional de vainilla.
 
En vez de poner bizcocho como base, se lo puse encima para decorar junto con una hoja de chocolate, porque quedaba sino muy sosete todo. Pero os lo podéis ahorrar, lo rico es comer la panna cotta con sus tres sabores que combinan a la perfección.
 
Además se toma fresquito (ideal si allí donde estáis hace calor) y no hace falta encender el horno para hacerlo (también ideal si tenéis la suerte de que donde estáis haga calor).
 
 

PANNA COTTA DE CAFÉ, BAILEYS Y VAINILLA

Inspiración: Italia
Dificultad: que no se nos mezclen las tres capas.
Tiempo de preparación: 5 minutos por color.
Reposo: mínimo 4 horas, mejor de un día para otro.
Cantidad: 8 vasitos.
 
Ingredientes
  •  600 ml. de nata
  • 100 ml. de café preparado (del que tomáis para desayunar)
  • 100 ml. de Baileys
  • 300 g. de azúcar (o un poco menos)
  • 9 hojas de gelatina
  • 3 cucharadas de azúcar vainillado
 
Preparación de la panna cotta de café
 
Ponemos 3 hojas de gelatina a hidratar en agua fría unos 10 minutos.
 
En un cazo al fuego ponemos 200 ml. de nata, 100 g. de azúcar y una cucharada de azúcar vainillado. Removemos para que el azúcar se disuelva.
Cuando rompa a hervir retiramos del fuego y añadimos los 100 ml. de café.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la preparación, revolviendo para que se disuelvan y se mezcle todo bien.
 
Vertemos la mezcla en los vasitos que tengamos preparados.
 
Preparación de la panna cotta de Baileys
 
Ponemos 3 hojas de gelatina a hidratar en agua fría unos 10 minutos.
 
En un cazo al fuego ponemos 200 ml. de nata, 100 g. de azúcar y una cucharada de azúcar vainillado. Removemos para que el azúcar se disuelva.
Cuando rompa a hervir retiramos del fuego y añadimos los 100 ml. de Baileys.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la preparación, revolviendo para que se disuelvan y se mezcle todo bien.
 
Dejamos templar un poco antes de verter la mezcla sobre la base de café. Hay que hacerlo con mucho cuidado para que la capa de abajo no se rompa ni se disuelva.
 
Preparación de la panna cotta de vainilla
 
Ponemos 3 hojas de gelatina a hidratar en agua fría unos 10 minutos.
 
En un cazo al fuego ponemos 200 ml. de nata, 100 g. de azúcar y una cucharada de azúcar vainillado. Removemos para que el azúcar se disuelva. Se podría hacer añadiendo una vaina de vainilla a infusionar. Luego simplemente habría que colar la mezcla antes de añadirle la gelatina.
Cuando rompa a hervir retiramos del fuego.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la preparación, revolviendo para que se disuelvan y se mezcle todo bien.
 
Dejamos templar un poco y ya podemos verter la preparación sobre la panna cotta de Baileys.
 
Esperamos a que se temple a temperatura ambiente y después la pasamos a la nevera. Tiene que estar mínimo 4 horas, pero queda mejor cuajada y con más sabor de un día para otro.
 
Sacar 10 minutos antes de servir y decorar al gusto.
 
 
Trucos / Consejos
 
Para que las tres capas de panna cotta se queden bien diferenciadas, hay que tener mucho cuidado a la hora de verter una sobre la otra. Cuanto más fría esté la base y menos caliente la preparación que vamos a verter, mejor.
Podéis sumergir el tarro en agua fría mientras estáis preparando la siguiente capa, para que vaya cuajando y esté más duro.
La panna cotta que vamos a verter encima, es mejor que haya perdido calor, pero no tanto como para que ya haya empezado a cuajar.
Aún así es probable que se os mezcle un poquito. Pero mientras no se mezclen los bordes, que son los que se ven, no pasa nada.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Siempre podéis hacer una de las capas, o dos,... O darle el sabor que queráis, esa es la magia de la panna cotta, que la podéis personalizar hasta lo que queráis! ^_^
 
Espero que os haya gustado!! Yo me acabo de merendar uno de los vasitos que quedaban, buenísimo!
 
Muás

miércoles, 5 de junio de 2013

Tarta de tres chocolates ¿hay alguien que no la conozca?

No pensaba publicar esta tarta...pero no he podido resistirme!!

 
Prueba de que no pensaba publicarla son la mierda de fotos que le saqué! ;p
 
Me pidieron el otro día que hiciera una tarta para una comida de despedida y que fuera de chocolate, mucho chocolate. Entonces me acordé de la ya archi-conocida tarta de tres chocolates (de la que podéis encontrar muchísimas recetas y versiones por la red), que siempre triunfa.
 
 
Y justo ya cuando la iba a entregar le saqué 4 fotos deprisa y corriendo. ¡¡Ya lo siento!!
 
Pero lo bueno de esta tarta es que da igual la pinta que tenga o cómo se presente. El hecho de que sea de tres chocolates ya la hace perfecta.
 
Ideal para todos los choco-adictos. Pero no sólo para ellos, para la gente que no es demasiado golosa o que no le tira demasiado el chocolate, es también una tarta que le encanta. ¿Por qué? Pues porque se sirve fresquita y no resulta nada pesada ni empalagosa. Es más, te puedes comer media tarta del tirón sin darte cuenta, porque no te da sensación de pesadez ni de llenarte. Uy, esto último igual no es muy bueno, ¿no? jejeje.
 
             Mirad, mira, qué de chocolate!!!! Ayyyyy, chocolateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! ;)

Es facilísima de preparar y allá donde la llevéis quedaréis como reyes ;)
 
La decoré por encima con cacao el polvo y dos hojas de marojo, melojo, rebollo, almez,.... en cada sitio recibe un nombre este roble (Quercus pyrenaica). La hice así porque los que me la encargaron fueron los chicos que han estado de prácticas en el Parque Natural donde trabajaba (hace un  mes que dejé ese trabajo). Como era su último día de prácticas, querían hacer algo especial para agradecer y ese árbol es el más abundante y el más característico del parque.
 
Lo bueno es que con unos stencils (yo lo hice casero) y un poco de cacao en polvo podéis hacer que la tarta tenga una decoración espectacular.
 
 

TARTA DE TRES CHOCOLATES

Inspiración: un papelajo que tengo por casa desde hace años. ¿De dónde lo saqué? Es un misterio...
Dificultad: ninguna. Bueno, controlar tus más bajos instintos para no comerte la crema de chocolate calentita :D
Tiempo de preparación: 1 hora
Enfriado: mejor de un día para otro.
Cantidad: un señor molde de 22cm (podéis adaptar las cantidades, es fácil dividirlas entre 3)

Ingredientes
  • un paquete de galletas Digestive (o María)
  • 75 g. mantequilla
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 150 g. de chocolate negro
  • 150 g. de chocolate con leche
  • 150 g. de chocolate blanco
  • 3 sobres de cuajada
  • 750 ml. de leche
  • 750 ml. de nata
*NOTA: la cantidad de galletas y mantequilla es orientativa. Yo siempre lo he hecho "a ojo", pero más o menos con esas cantidades.

Preparación

Trituramos las galletas con un robot de cocina o metiéndolas en una bolsa de congelar y golpeándolas con un rodillo. Vamos, que hay que hacerlas migas.
Derretimos la mantequilla en el microondas y la añadimos a las galletas. Removemos bien para que se distribuya.
Forramos el fondo de un molde desmontable (o de vasitos individuales) con la masa de galleta.


Ponemos en un cazo al fuego el chocolate negro troceado junto con una cucharada de azúcar, 250 ml de nata y 200 ml de leche.
Disolvemos el sobre de cuajada en 50 ml de leche y lo añadimos al cazo. Vamos revolviendo de vez en cuando para que se deshaga bien el chocolate y nos quede una mezcla homogénea.
Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y lo echamos sobre la base de galletas.


Procedemos de igual manera con el chocolate con leche. Es decir, colocamos el chocolate troceado en un cazo con una cucharada de azúcar, 200 ml de leche, 250 ml de nata y el sobre de cuajada disuelto en 50 ml de leche.
A la hora de verter esta  mezcla sobre la de chocolate negro, tenemos que hacerlo con cuidado para que no se mezclen las dos capas. Para ello, iremos vertiendo despacito, desde poca altura (lo más cerca posible a la capa de chocolate) y suave.

Hacemos lo mismo con el chocolate blanco, usando el chocolate troceado, la cucharada de azúcar que queda, 200 ml de leche, los restantes 250 ml de nata y el último sobre de cuajada disuelto el 50 ml de leche.

Dejamos templar la tarta y luego la metemos a la nevera. Lo mejor es dejarla de un día para otro para que cuajen bien las capas y sea más fácil desmoldarla.

La desmoldamos y decoramos al gusto.

Se aconseja consumirla fresquita.


VARIACIONES: en este caso, el orden de los factores no altera el producto...así que da igual en qué orden pongáis las capas de chocolate. De hecho normalmente suelo poner el blanco en medio, pero queda mejor así, en plan degradado. La base puede hacerse con el tipo de galletas que queráis, le dará un gusto diferente.
La decoración se puede hacer con cacao el polvo, con virutas de chocolate, conguitos, sirope de chocolate,...
Se puede hacer también en porciones individuales, usando moldes de flan o copas.
 
Si aún no habéis intentado hacer esta tarta, espero que os animéis porque merece la pena!
 
Muás