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martes, 27 de noviembre de 2012

Cupcakes diferentes de jengibre y manzana

Hace unos días se juntaron varios factores que dieron lugar a estos cupcakes:
  • tenía unas manzanas de huerta pequeñitas y muy ácidas que no nos gustaban para comerlas solas
  • me regalaron jengibre fresco para que usara en algún postre
  • tenía kilos de  membrillo casero que hice pero que en lugar de cuajar quedaron como si fuera mermelada
  • tenía también un yogur natural de los "güenos"
  • desde hacía tiempo tenía unas cápsulas y toppers para cupcakes de gatos...y justo hace unos días se cumplió un año de que trajimos el gato a casa
Resultado:



Tengo que advertiros que tienen un sabor un tanto particular, ya que el jengibre, sobre todo el fresco, le dan mucho sabor. Hay gente a la que no le gusta este sabor que le da el jengibre, así que en ese caso no probéis estos cupcakes!!


Se me ocurre que podéis sustituir el jengibre por canela, que además la canela le va fenomenal a la manzana. Y si no tenéis membrillo, no pasa nada. Os podéis comer las magdalenas así solas como quedan que también están muy ricas! Yo se lo puse simplemente para darle un poco más de color y para ir dándole salida a tanto membrillo-mermelada que tengo, jajaja.

Pero antes de que os ponga la receta me vais a permitir presentaros a "alguien":


Este es el culpable de que cuando me pongo en el ordenador me cueste hacer todo el doble de tiempo!! Tiene fijación por sentarse y tumbarse en el teclado, o simplemente pasearse por encima de él. No sé, yo creo que está necesitado de comunicación y quiere chatear o abrirse un perfil en Facebook, jajaja.


El gato se llama Izki, al igual que el Parque Natural en el que trabajo. Y se llama así precisamente porque allí fue donde apareció. Él y otro gato aparecieron un lunes abandonados y decidí llevármelos a casa. El otro lo cogimos pronto, pero este costó 4 días cogerlo! El otro era como un tigre y se lo di a  mi madre, pero el pobre no tuvo buena suerte y al cabo de un mes apareció atropellado :(


Este nos lo quedamos nosotros y ya ha pasado un año!! Mi novio casi me echa de casa por meterle un gato a la fuerza....pero ahora es el amo de la casa!! Y es que este no es un gato normal, es muy peculiar. Parece un perro de personalidad y es la mar de mimoso. Si hasta nos da abrazos cuando llegamos a casa!!!! Le encanta subirse a la chepa (literalmente) y cuando le hablas te contesta, vamos, que es raro de narices!


Y después de este momento "familiar", jejeje, ahora ya sí no me enrollo más y os dejo la receta por si alguien se anima a probarla. La idea me vino de todos los factores que os he comentado antes y la inspiración "recetil" la saqué del libro "MAGDALENAS" de Xavier Barriga. Al final cogí dos recetas de ese y las fusioné y adapté un poco a lo que quería.


CUPCAKES DE JENGIBRE, MANZANA Y  MEMBRILLO (para 12 unidades)

Inspiración: libro "Magdalenas" de Xavier Barriga           Dificultad: ninguna o menos          Tiempo: 1 hora como mucho

Ingredientes:
  • 1 yogur natural (a ser posible de los que son "caseros")
  • 1 medida del vaso de yogur de aceite de girasol o de oliva suave (nada de virgen extra!!)
  • 2 medidas de azúcar
  • 2 y 1/2 medidas de harina
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de levadura
  •  jengibre fresco (de no tenerlo, sirve el que se compra molido)
  • 1 pizca de sal
  • 1 manzana pequeña
  • membrillo para decorar
Preparación

Precalentamos el horno a 180ºC.
En un bol ponemos el yogur, el azúcar y el aceite y batimos bien hasta que quede todo integrado. Añadimos los huevos y procedemos de igual  manera.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Vamos incorporándola a la masa mezclando bien, batiendo lo justo para que se integre.
Rallamos un poco de jengibre fresco y lo añadimos a la masa, removiendo con una espátula.
Llenamos las cápsulas para magdalenas hasta unos 2/3 de su capacidad y reservamos.
Pelamos (opcional) la manzana y la cortamos en rodajas. Colocamos un par de ellas encima de cada molde y la espolvoreamos con un poquito de azúcar. Se le podría echar también canela.
Horneamos durante 25  minutos.
Dejamos enfriar 5 minutos y a continuación los sacamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.


En esta ocasión, las "decoré", tanto visual como "comestiblemente" con un poco de membrillo casero. El mío quedó con textura de mermelada, con lo que con una cuchara deposité un poco sobre cada cupcake. 

VARIACIONES: se puede sustituir el jengibre por canela o combinar ambos. Puede echarse manzana también en la propia masa. Si no tenéis membrillo, se pueden comer solas, tal cual salen del horno. Si vuestro membrillo es "del de verdad", vamos, con consistencia adecuada, podéis poner un trocito encima o con ayuda de una cuchara aplastarlo para que quede más cremoso.


Espero que os hayan gustado! Me voy a galletear un rato a ver si entro en calor que aquí ya está medio nevando! Estoy preparando unas cositas que espero publicarlas pronto y espero que os gusten tanto como a mí!!

Muás!
Iratxe

jueves, 22 de noviembre de 2012

Carrot cake o mi tarta favorita desde ya

Hasta ahora había hecho cupcakes de zanahoria y son los favoritos de todas mis "cobayas-cata-postres". Luego probé a hacer galletas de zanahoria y se convirtieron en unas de nuestras favoritas en casa. Solo me faltaba probar a hacer la versión tarta, la ya conocidísima "carrot cake". Y como no podía ser de otra manera, se ha convertido en la favorita!


Primero tuvimos superporducción de calabacines en la huerta, de lo que salió una mermelada de calabacín experimental (aquí) y un congelador a punto de reventar lleno hasta arriba de calabacines. Luego tuve invasión de plátanos maduros que nos sobraron en el trabajo, de lo que salieron tres experimentos: galletascupcakes y mermelada. Ahora lo que toca es "overbooking" de zanahorias de la huerta, porque como nos gustan mucho nos emocionamos plantando.

Volví a hacer galletas de zanahoria (receta aquí) a petición de mi chico y también tenía que hacer unos cupcakes que me habían pedido. Pero aún así la nevera estaba a rebosar de zanahorias y la huerta ya ni os cuento... Algo más había que hacer con las zanahorias (además de añadirlas en todos los platos del menú semanal...).

Como por fin el fin de semana me tocaba librar (iujuuuuu!!!!!) y no coincidía con carrera (iujuuuuuujuuuuuuu!!!!) fuimos a conocer la casa de unos amigos que viven en otro pueblo y ya pasamos el fin de semana allí. Y yo dije: "quieto todo el mundo! Que el postre lo llevo yo!!"

Y claro, me hicieron caso, que con lo cabezota que soy ya sabían que iba a llevar algo sí o sí. Además tenía una oportunidad perfecta de ir dando salida a las zanahorias.

Primero pensé en cupcakes, pero luego me decanté por la tarta, que nunca la había hecho.


Y aquí os traigo el resultado. He de decir que me ha gustado aún más si cabe que los cupcakes de zanahoria. Quizá porque el bizcocho quedó super esponjoso y no le eché demasiado glaseado o crema y la proporción bizcocho-crema era menos que en los cupcakes, con lo que se apreciaba mucho el sabor del bizcocho.


Mi miedo a la hora de hacer tartas es no poder "catarlas" antes de que las prueben sus destinatarios (normalmente mi familia o en este caso mis amigos...). ¿Y si el bizcocho no se ha hecho bien o es un mazacote incomible? Pero en esta ocasión tuve suerte. Como llevo con el horno nuevo solo 3 meses y este era el cuarto bizcocho, aún no nos llevamos demasiado bien...



Podéis ver que mi especialidad repostera son los bizcochos "embarazados", con una panza tremenda. Sí, lo sé: menos levadura, horno más flojo, sin ventilador... El ventilador y la levadura descartados, así que está claro que la próxima vez tendré que poner el horno más flojo y a ver qué pasa.

Lo bueno fue que le pude "cortar la panza" y desayunármela, con lo cual ya sabía que estaba buenísimo!! :D




Para la receta consulté un par de libros, mis dos últimas adquisiciones: Las Recetas de la Pastelería Hummingbird y Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados (o la biblia, como lo llamo yo). Al final opté por este último, pero le cambié muchísimas cosas, ya que le echaba nueces, pasas, harina con levadura integral y un montón de especies que ni tenía ni quería echar. Además decía que era para un  molde de 22cm...¡y yo usé uno de 16cm sin problema! por último, el glaseado hice el que me gusta a mí con nata y no el del libro con mantequilla. Vamos, que se le parece más bien poco a la receta original!

 Os dejo la receta tal y como la hice yo para que os animéis a probarla si es que aún no lo habéis hecho, ¡no sabéis lo que os perdéis!


PASTEL DE ZANAHORIA

Inspiración: el libro "Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados " de Caroline Bretherton (Ed. BLUME).      Tiempo: unos 20 minutos + la cocción       Dificultad: si encontráis alguna me lo comentáis...pero no creo!    Tamaño del molde: según el libro, 22 cm.; según mi experiencia con 16cm. basta.
Ingredientes:
  • 225 ml. de aceite de girasol (o de oliva suave, nada de virgen extra)
  • 3 huevos
  • 200 g. de azúcar moreno
  • 200 g. de zanahorias
  • 275 g. de harina
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de jengibre
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cuhcaradita (8 g.) de levadura
Para el glaseado:
  • 100 ml. de nata para montar
  • 100 g. de azúcar glass
  • 200 g. (una tarrina) de queso crema
Preparación

Precalentamos el horno a 180ºC.
En un bol, batimos juntos el aceite, los huevos, el azúcar y la vainilla. Tenemos que batir bien hasta que esté todo homogéneo y un poco espeso.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Vamos añadiéndola poco a poco a la mezcla anterior y batimos lo justo para que se integre.
Pelamos y rallamos o picamos muy finamente la zanahoria y la añadimos a la masa, mezclando con ayuda de una espátula para que se reparta bien. Por último añadimos las especias al gusto y removemos bien.
Engrasamos el molde con un poco de aceite y vertemos la mezcla. Con ayuda de una espátula alisamos la superficie.
Horneamos durante 45-50 minutos. Al pinchar con un palillo, este tiene que salir limpio.
Lo dejamos enfriar en el propio molde unos 10 minutos y a continuación lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. 


Para preparar el glaseado, ponemos en un bol la nata y el azúcar y batimos con varillas hasta que casi esté montada. En ese momento, añadimos la tarrina de queso y terminamos de montar.
Una vez que el bizcocho esté frío (o al día siguiente), lo cortamos por la mitad y rellenamos con el glaseado. Lo cubrimos con una capa fina de glaseado y lo metemos a la nevera una media hora para que se endurezca un poco (no creais que se va a endurecer mucho, ya que es nata y no lleva mantequilla). Le damos otra capa más generosa de glaseado por encima y ¡listo! 



Estas son las fotos que le pude sacar al corte. De relleno no le puse demasida crema porque quería que se notara el sabor del bizcocho, pero eso al gusto!

VARIACIONES: se puede hacer sin añadir especias, o añadir solo canela, o se le puede añadir además de la canela y el jengibre nuez moscada. También podéis añadirle al bizcocho pasas y nueces e incluso ralladura de naranja.

Espero que os haya gustado ;)

Muás

Iratxe



viernes, 16 de noviembre de 2012

El frosting (o crema) "perfesto": la no-buttercream

Si, como a mí, no os gusta nada la buttercream (ya sabéis, esa que lleva mucha mantequilla y todavía más azúcar glass en cantidades industriales)... ¡¡estáis de enhorabuena!!


A mí no me gusta la buttercream por varias razones: o sabe demasiado a mantequilla o, si le echas tanta azúcar como para que no sepa a mantequilla, entonces sabe demasiado a azúcar. Además, al metérmela a la boca no puedo dejar de pensar que es mantequilla pura y dura y no me termina de convencer esa textura a "grasaza" total. Por no mencionar el gasto en azúcar glass que conlleva...


Por eso siempre que hago cupcakes les pongo crema de queso (o cheese cream frosting, como se dice de forma "moderna"), con mucho queso y poca mantequilla o con queso y nata. Pero para según qué combinaciones no termino de verle el punto...por ejemplo, una crema de Baileys y que la base sea una crema de queso?? No sé no sé... Además al llevar queso te obliga sí o sí a refrigerarla, con lo cual la magdalena se queda seca.


Hasta que un día, trasteando entre los tropecientos blogs que sigo, finalmente vi la luz! En dos de ellos hablaban de una buttercream que no sabe a mantequilla, con una textura suave y mucha versatilidad. Cada blog lo hacía de una manera un poco distinta, pero la idea era la misma. Estos blogs son los siguientes:
  • Con corazón de azúcar: hay una entrada en la que habla de una buttercream super cremosa de Magnolia Bakery, la pastelería que se hizo famosa y que hizo famosos los cupcakes gracias a la serie Sexo en Nueva York. Al parecer, es la buttercream que usan allí.
  • Biscayenne: si no habéis visto su blog, sin duda os lo recomiendo. Un sitio con personalidad propia y unas recetas para quitar el hipo. Tiene una entrada en la que habla de "la crema pluscuamperfecta" y, aunque ella la hace también con queso, la metodología es la misma que en la anterior.


Pues bien, como me acababa de comprar un extracto de vainilla nuevo y quería probarlo, me decidí a hacer unos cupcakes de vainilla y probar este frosting también de vainilla. Una vez más, ese problema genético que tengo que me impide copiar recetas al pie de la letra, me hizo hacer una mezcla entre las dos. Usé menos azúcar y mantequilla que Con Corazón de Azúcar y no le eché queso como Biscayenne.


¿Qué os puedo contar del resultado? Pues que es PER-FEC-TO!!!!!!!! Queda una crema suave a más no poder, nada empalagosa y sin sabor a mantequilla. De hecho, a mí me recordaba totalmente a los helados de vainilla. Me queda probar hasta dónde llega su versatilidad. Es decir, en ninguno de los dos blogs he visto que la hayan usado más veces o con otras variaciones de sabor. Así que para próximas veces que  me dé por hacer cupcakes, tengo que repetirla y probarlo sustituyendo parte de la mantequilla por queso o probar a añadirle otros sabores e ingredientes a ver qué tal sale.

Ya os iré mostrando mis avances.


Como veis, puede usarse perfectamente con manga pastelera igual que una buttercream normal (los defectos que veis a las fotos son cosa de mi falta de habilidad, no es culpa de la crema...).

Eso sí, cuando veais la explicación y los ingredientes, no os asustéis porque lleva harina!






 
He intentado hacer un pequeño paso a paso para que no os resulte demasiado rara la receta. Aunque justo de la parte del medio no saqué fotos...qué desastre!! Lo que más os chocará es que lleva harina, ya que primero hay que hacer una especie de bechamel. Pero precisamente ahí está el truco, eso es lo que hace que no sepa a mantequilla y que podamos usar azúcar normal en lugar de icing sugar o azúcar glass.
 
 
LA NO-BUTTERCREAM PERFECTA (no se me ocurre qué nombre ponerle, la verdad)
 
Inspiración: Con Corazón de Azúcar y Biscayenne    Tiempo: 40 minutos aprox.   Dificultad: todo es pillarle el punto        Cantidad: para decorar unos 12 cupcakes (y os sobrará un poco para rebañar)
 
Ingredientes
  • 4 cucharadas de harina
  • 240 ml de leche
  • 250 g. de mantequilla
  • 150 g. de azúcar (de la normal, nada de glass)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
 
Soy un poco "zoquete" y se me olvidó poner el azúcar en la foto!!! :D
 
Preparación
 
En un cazo, calentamos un poco de harina cuidando de que no se nos tueste mucho. Apartamos el cazo del fuego y añadimos un poco de la leche, poco a poco y batiendo bien con unas varillas para que no nos salgan grumos.
(El paso de calentar la harina primero nos lo podemos saltar y directamente en el cazo echar la harina y poco a poco la leche).
 
Lo volvemos a poner al fuego (fuego medio) y echamos el resto de la leche sin dejar de batir.
 
 
Batiendo de vez en cuando para que no salgan grumos, lo calentamos unos 15 minutos (esto es a ojo, hasta que veais que ya está). Tiene que quedar una bechamel espesa, tipo así:
 
 
 
La dejamos enfriar. Tiene que enfriar bien para que luego no nos derrita la mantequilla. Si tenéis mucha prisa, podéis pasar la bechamel a un bol frío y la dejáis enfriando ahí.
 
Por otro lado, batimos la mantequilla, que tiene que estar a temperatura ambiente, para ablandarla un poco. Le vamos añadiendo poco a poco el azúcar y seguimos batiendo bien hasta que quede una crema esponjosa. Cuando ya casi esté, es el momento de añadir el extracto de vainilla y terminar de batir. Si quisierais hacerla con queso, se añadiría mitad de mantequilla, mitad de queso y se batiría todo junto.
 
Vamos añadiendo a esta crema la bechamel ya enfriada a cucharadas, sin dejar de batir. Si aún estuviera caliente nos derretiría la mantequilla y ya no tendría remedio... Cuando hayamos agregado toda la bechamel, batimos a velocidad alta un poco más.
 
 
Aquí es cuando alucináis con la textura tan esponjosa que adquiere la crema. Si quiesierais añadirle algún sabor o colorante, en este último "batido" sería el momento.
 
Tapamos el bol con papel film y lo metemos a la nevera 15 minutos para que la crema se asiente. Este paso es esencial !! Será el que haga que la crema coja la consistencia y textura perfectas. Se nos quedará algo así:
 


Como veis es super cremoso. Yo no pude evitar comer alguna cucharada para probarlo...y tenía la sensación de estar comiendo helado de vainilla! No se nota el azúcar y no sabe para nada a mantequilla.
 

Os cuento mi impresión frente a la buttercream:

VENTAJAS: no sabe para nada a mantequilla. Se usa azúcar normal, con lo que el ahorro para el bolsillo es importante y la tenemos en cualquier supermercado. Queda una crema muy esponjosa y suave, nada empalagosa. Se puede usar con manga pastelera y no necesita refrigeración para conservarla. Mucho más sencillo que otras alternativas al buttercream como el Swiss Meringue Buttercream (SMBC) o el merengue italiano, ya que no hay que andar haciendo merengue ni montando claras a determinada temperatura.
 
DESVENTAJAS: yo diría que ninguna.... Por decir algo, solo que hay que andar haciendo la bechamel, con lo que se tarda más que para hacer una buttercream normal.


 
Ahora solo me falta probar hasta dónde llega la versatilidad de esta crema, es decir, qué tal funciona añadiéndole sabores, galletas troceadas, licor,... Vamos, si aguanta igual de bien que la buttercream. Pero por lo que pude probar, yo creo que sí.
 
 
 

Espero que este post os haya servido de ayuda para tener una alternativa a la buttercream o si algún día os encontráis con que queréis hacer buttercream y no tenéis azúcar glass. Si la probáis contadme, que así entre tod@s vamos probando si realmente esta crema es la alternativa definitiva!!
 
Muás
 
Iratxe

P.D. las nubecillas que decoran estos cupcakes me las regaló mi ama, son americanas y están buenísimas!!



domingo, 11 de noviembre de 2012

Día mundial del brownie: brownie cheese cake banana!!

Bueno, pues desde aquí mi humilde (y nada original) aportación al Concurso del Autoproclamado Día Mundial del Brownie, promovido por El Monstruo de las Galletas. Y como me gustó mogollón la idea y yo me apunto a un bombardeo...pues allá que vamos!! La idea era para el día 11 del 11, es decir, para hoy, publicar una entrada con una receta de brownie y un jurado se encargará de elegir a los ganadores. Claro que para ganar hay que ser original...y hoy mi originalidad hace aguas!jajajaja.


Rayos!! Después de pensar y pensar, no se me ocurría nada nuevo u original, pero nada de nada. Pero como ayer iba a comer con mis suegros y les quería llevar algo diferente de postre (los tengo fritos a cupcakes a los pobres) y además tengo estos dos libros nuevos que me compré....



Os tengo que decir que son una pasada ambos! El de la pastelería Hummingbird muy "fino", con unas recetas estupendas. Y el de "Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados" es una pasada!! De lo gordo que es parece la Biblia de la repostería! Un montón de recetas de bizcochos básicos, más elaborados, pasteles, pastas, empanadas, tartas, panes dulces, salados...Un montón de ideas y creo que se va a convertir en mi libro de cabecera.

¡Anda! Pero si salgo yo en la cucharilla!
 
Whoopie Pies, que es otra de mis asignaturas pendientes (buf! ¿cuántas van ya?), también aparecen, con lo que ya no tengo excusa para intentarlo. (Por cierto, qué manera más cutre de colaros la W...jajajaja).



No me enrollo más, a lo que estamos. Brownies. 

Increíble pero cierto, confieso que nunca había hecho un brownie "auténtico", hasta ahora los que había hecho eran en microondas (poca vergüenza la mía). Así que ya que iba a hacer uno "de verdad"...¿por qué no hacer dos versiones?

 
En lugar de un brownie normal, basándome en una receta del libro Las Recetas de la Pastelería Hummingbird, hice un Brownie Cheese Cake. 

Ummmmm, acompañado de un café y un chupitillo de patxarán...¡no se puede pedir más!
 
Con lo que me gusta a mí todo lo que lleve queso!!!!! Brownie y tarta de queso mezclado, increíble! ¿Cómo no había descubierto esto antes? Pero como ya sabéis que yo nunca copio las recetas al pie de la letra, le hice unos cambios. Además la gracia de este Concurso era ser original...y no creo yo que copiar una receta de un libro sea muy original.

 
He hecho además dos versiones para probar, ya que encendía el horno...

Esta es un brownie cheese cake con trozos de Oreo (sin más, un experimento para casa, por ver qué tal queda).

Foto horrible que tuve que sacar por la noche
 
Este otro en cambio, el que llevé a la comida, es un brownie cheese cake banana!!!!!

 
Sí, este es el que "presento" al concurso, que es el que está un poco más elababorado y puede tener algo de "original".

Está compuesto por una capa de brownie, otra de cheese cake y una última de mermelada casera de plátano (receta aquí). Ummmm...rico- rico y con fundamento, como diría aquel ;)

Como no quiero aburriros más, aquí os dejo la receta:

BROWNIE CHEESE CAKE BANANA (para 12 porciones)

Inspiración: Las Recetas de la Pastelería Hummingbird    Tiempo: 1 hora aprox.   Dificultad: para todos los públicos, incluso los torpes.    Tamaño del molde: uno rectangular de 33x23 o, en mi caso, uno rectangular de 25x20 y otro circular de 18cm de diámetro (vamos, que tenéis brownie para rato)

Ingredientes
 
Para el brownie:
  • 200 g. de chocolate fondant
  • 200 g. de mantequilla
  • 150 g. de azúcar
  • 3 huevos
  • 110 g. de harina
Para el cheese cake:
  • 400 g. de queso crema
  • 150 g. de azúcar glacè
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 huevos
Preparación

Para el brownie: colocamos el chocolate en trozos en un bol apto para microondas. Lo calentamos hasta derretirlo. Lo mejor es darle "golpes" de 30 segundos de microondas, sacarlo, remover y si vemos que necesita más, otros 30 segundos. Yo lo tuve que poner 3 veces. Lo dejamos templar.
Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y lo batimos con varillas hasta que quede una crema homogénea. Añadimos los huevos uno a uno, rebañando las paredes del cuenco tras cada adición con una espátula de goma. Añadimos la harina tamizado y batimos bien, hasta obtener una mezcla homogénea. Agregamos lentamente el chocolate derretido y mezclamos bien. Vertemos las masa en un molde engrasado y alisamos la superficie con un cuchillo o una paleta.
Reservamos.

Para el cheese cake: ponemos el queso crema, el azúcar y el extracto de vainilla en un cuenco y batimos con varillas hasta que veamos que la preparación se espesa y está homogénea. Añadimos los huevos uno a uno sin dejar de remover, rebañando las paredes del bol con una espátula de goma tras cada adición. Debe quedar una mezcla muy lisa y cremosa. Cuidado de no pasarnos batiendo porque podría pasar que se nos corte el queso. Vertemos esta mezcla sobre el brownie y alisamos.

Con el horno precalentado a 170ºC (mínimo 15 minutos antes), horneamos durante unos 40 minutos. El pastel de queso debe quedar firme al tacto y ligeramente dorado por los bordes.
Dejamos enfriar completamente, lo tapamos con papel film y lo metemos a la nevera un par de horas o, mejor, toda la noche.

Para presentarlo, lo desmoldamos con cuidado de que no se nos parta y le echamos por encima la mermelada de plátano (o lo que se os ocurra...o nada de nada porque así solo está de rechupete!!).

Otra kaka-foto sacada de noche...¡qué rabia!
 
Así de sencilla y así de buena es esta receta. Y sí, está tan buena como parece, jejeje. Para la otra de prueba que hice con Oreos, simplemente es añadir galletas Oreo picadas en la masa del brownie y le da un toque muy bueno y diferente.

Sí, lo sé, las fotos son cutres...pero es que las tuve que sacar mientras se servían los demás! Flipando estaban mis suegro de mi nivel de frikismo, claro.
 
Kiwi, frutas del bosque, fresas,... cualquier otra fruta que se os ocurra le puede ir bien a esta receta como cobertura final. Yo usé plátano porque tenía mermelada hecha en casa, pero podéis usar la que queráis o incluso preparar alguna crema o algo usando nata. Os quejaréis de sugerencias, e? ;)

 Esto ha sido todo por hoy, que no es poco. Espero que os haya gustado y como siempre...que la probéis! 

¡¡Y os desvelo mi truco final!! Lo único un poco "original" que se me ha ocurrido: si cogéis la primera letra de cada párrafo (a excepción de la receta, claro), la que está subrayada en color, se forman las palabras BROWNIE CHEESE CAKE (soy lo peor, sí). Poner también BANANA era ya meteros demasiada brasa!!!jajajaja (la W y la K las he metido de muy mala manera...pero es que vaya tela!!).

Muás

Iratxe