Hay que ver qué rápido se pasan las vacaciones :( Casi un año esperando a que lleguen, planeando el viaje... ¡y para cuando te das cuenta ya estás de vuelta en casa!
Vale, sí, no me puedo quejar porque me he tirado un mes entero de pingo por ahí. Un mes recorriendo Islandia con la bici junto a mi petardo personal; sufriendo el julio más frío de los últimos 20 años allí, mientras por aquí todo el mundo se torraba; peleando contra el viento que, curiosamente, siempre nos venía en contra el muy h--- -- ---a; descifrando el idioma para lidiar con mi alergia; pedaleando kilómetros y kilómetros en medio de la nada más absoluta;... pero disfrutando de una de las mayores aventuras y mejores vacaciones de mi vida ^_^
Bueno, y para daros aún más envidia, hasta septiembre no tengo que volver a trabajar ;p Si es que me quejo de vicio!
En fin, que por lo menos volvimos justo el día que empezaban las fiestas de Vitoria, para recuperar los kilos perdidos y que la vuelta no se hiciera tan dura. Además llegué y mi suegro me tenía guardada la Degustabox de este mes...¡¡y puedo comer casi todo lo que venía en ella!! ¿Qué más puedo pedir?
Si también queréis recibir la Degustabox en casa es muy fácil, sólo tenéis que apuntaros en su página web. Si al hacerlo introducís el código WFR3Z, lograréis la primera de las cajas por sólo 9,99€ en lugar de los 14,99€ que cuesta normalmente. ¡Merece la pena! Podéis seguirles en Facebook y en Twitter para ver todas las recetas ricas que comparten y seguir las novedades.
Uno de los productos que venía este mes era un brick de leche de avellanas. Mola, porque creo que era la única de las leches vegetales que me quedaban por probar :) Así que tuve claro que quería preparar algo con ella, pero una receta que fuera fresquita, que bastante frío he pasado y bastantes sopas he tenido que comer en Islandia!
Tengo que decir que me ha sorprendido gratamente el sabor de esta leche. Sabe pues eso, a avellanas tal cual, pero con un sabor no demasiado fuerte ni tampoco en plan aguachirri (si habéis probado la leche de arroz seguro que me entendéis...). Me falta probarla con el café, a ver qué tal queda.
No sé por qué la opción que me vino a la cabeza fue preparar leche merengada... Mi relación con la misma se reduce a la canción de la vaca lechera, la de "Me da leche merengada, ay que vaca tan salada, tolón, tolón.", pero por lo demás no sé si la habré probado en un par de ocasiones en toda mi vida y además en forma de helado... Cosas de la vida.
Oye, el caso es que me puse a mirar cómo se hacía y como era tan fácil y tenía pinta de ser tan fresquita pues me animé. No dejéis de leeros los consejos y trucos que os doy después de la receta, porque os cuento, entre otras cosas, cómo hacerla vegana o incluso más sana de lo que ya es.
Por cierto, estas avellanas son de casa y me he pensado que este otoño igual hasta me animo y preparo mi propia leche de avellanas caseras. ¿Alguna sugerencia?
LECHE MERENGADA DE AVELLANAS
Inspiración: entre otras muchas recetas, la del libro "1080 recetas de cocina" de Simone Ortega (si no sabes qué libro es, es que eres de otro planeta, que lo sepas).
Dificultad: para principiantes.
Tiempo de preparación: 15 minutos + enfriado.
Ingredientes
- 1 l. de leche de avellanas Alpro (sirve cualquier leche)
- 1 rama de canela
- la piel de un limón
- 4 cucharadas de sirope de agave
- 2 claras de huevo
- canela para espolvorear
Preparación
1.-Ponemos en un cazo la leche y el sirope de agave y mezclamos. Añadimos la rama de canela y la piel del limón. Cocemos a fuego alto, removiendo para que no se pegue, hasta que rompa a hervir. En ese momento bajamos el fuego y dejamos que cueza durante 5 minutos más.
2.- Retiramos del fuego y dejamos templar.
3.- Colamos y la guardamos en una botella o recipiente hermético y pasamos a la nevera para que se enfríe bien. Lo tradicional es meterla en el congelador un par de horas para que quede más como un granizado.
4.- Justo en el momento en que la vayamos a consumir es cuando la sacamos de la nevera (o congelador). Montamos las claras a punto de nieve firme y mezclamos con la leche con movimientos envolventes.
5.- Servimos y espolvoreamos con un poco de canela.
Trucos / Consejos / Variaciones
- yo no la congelé, pero hay gente que congela un par de horas la leche hasta que empieza a cristalizar. En ese momento la saca del congelador, la bate un poco y la mezcla con el merengue, También he visto la versión que lo congela una vez añadidas las claras y que en el momento de servir la bate para que quede como un granizado.
- si no tenéis, o no queréis usar, sirope de agave, podéis cocer la leche con 150 g. de azúcar.
- si os gusta muy dulce, podéis montar las claras con azúcar.
- se puede usar cualquier tipo de leche vegetal o leche de vaca, la que más os guste.
- es importante que la piel del limón sea sólo lo amarillo, sin lo blanco, ya que amarga.
- para hacer esta receta aún más sana y ligera (que ya de por sí lo es así como la he preparado yo) podéis prescindir de las claras de huevo. En lugar de leche merengada tendréis una leche especiada buenísima. Y así, además, vegana.
- si lo de las claras de huevo crudas no os mola un pelo, podéis sustituirlas por 100 ml. de nata montada.
Todo un clásico del verano la leche merengada, junto con la horchata, que ya veis qué fácil es de preparar. ¡Además súper fresquita! Y si la hacéis así como la he hecho yo, refrescante y saludable, sin azúcar ni apenas grasa, que todavía hay que lucir bikini! ;)
Muás
Iratxe
Vaya vista tiene!! Seguro que una delicia!
ResponderEliminarEn el enlace pone bizcocho de mandarina! ! Aunque esto tampoco tiene mala pinta! !
ResponderEliminarEn el enlace pone bizcocho de mandarina! ! Aunque esto tampoco tiene mala pinta! !
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