Como ya comenté en el último post, el sábado estuve haciendo un curso para aprender a hacer talos y pastel vasco. Y esta entrada es para contaros qué tal fue y, sobre todo, para que conozcáis estos dos riquísimos platos de la gastronomía vasca.
Ambos platos son muy típicos aquí, pero nadie (que yo conozca) los come en casa, eso sí, no hay feria que se precie que no tenga su puesto donde hacen talos y otro puesto donde vendan pastel vasco!! Típico-típico!
No os digo quién soy en las fotos que me da vergüenza!!!! |
El curso lo hice en 220º:espacio de cocina alternativa. Es un espacio aquí en Vitoria donde se imparten cursos de cocina, pero no cualquier cocina, cocina alternativa, cocina saluable, cursos de pan,... Es una maravilla! La creadora y alma de esta idea es Elena, una chica que trabaja en la radio y que un día decidió que era hora de enseñar y transmitir a los demás su pasión por la cocina, pero, sobre todo, su pasión por lo tradicional, por lo ecológico, por lo de toda la vida. Y menudo pedazo de taller que se ha currado! Ella da cursos, pero también hay cursos que imparten cocineros importantes de aquí o incluso Iban Yarza (si no sabéis quién es, no sabéis lo que os perdéis, gracias a oirle solo 5 minutos me enamoré del pan y de esa pasión que transmite). Mi única pena es que como trabajao casi todos los fines de semana, no puedo asistir a más cursos, pero pieso repetir a todos los que pueda!! Y gracias también a Mónika, que fue la chica que impartió este curso de talos y pastel vasco y que nos enseñó de maravilla y nos transmitió su sabudiría entorno a estos dos platos!
Bueno, a lo que iba que me enrollo!! El talo no es más que una especie de torta de harina maíz. Hace años, era el pan que se comía en las casas de aquí, ya que el maíz era el cereal más abundante y más accesible para las gentes en aquella época. Lo comían en los caseríos como si fuera el pan, es decir, lo comían a todas horas, para desayunar, comer, cenar, se lo comían con alubias, con leche,...o con lo que tocara comer.
Hoy en día el talo se come en las ferias y se come con chistorra (o chorizo), con morcilla o con queso. Últimamente se está poniendo de moda la versión dulce con chocolate...pero ese no es que mola!
La preparación es super sencilla, simplemente harina de maíz (de la buena), una pizca de sal y agua muy caliente. Se amasa bien todo, se hacen bolas con la masa y luego se va golpeando con la palma de la mano sobre una mesa o una tabla de madera hasta formar una torta, cuanto más fina mejor. Luego se pasa a una plancha y se hace por los dos lados. Hay que hacerlas rápidamente y consumirlas en cuanto se hacen, para que estén más crujientes y más ricas. Tienen un sabor riquísimo a maíz. Les ponemos dentro lo que queramos y a disfrutar! Eso sí, no puede faltar para acompañar un buen vaso de sidra o de txakoli!!
Degustando nuestros talos con piperrada, queso, txistorra y sidra!! |
En cuanto al pastel vasco....ummmmm...pastel vasco......ay madre, ¡¡estoy babeando!! Me encanta! Puesto que veo que vende pastel vasco, pastel vasco que me llevo para casa. ¿Lo malo? Que para el día siguiente ya no quedan ni las migas!!
Este postre es originario del País Vasco francés, por la zona de Cambò, aunque hoy día lo encontramos por todo el País Vasco. El nombre original es Gateau Basque. Básicamente consiste en una masa, tipo masa quebrada, que se rellena y se tapa. Originalmente se rellenaba con confitura de fruta, de modo que las familias podían aprovechar la fruta que les sobraba. Hoy en día, si vamos al País Vasco francés lo típico es encontrarlo relleno de confitura de cereza. Pero aquí, en la parte sur digamos, lo típico es que esté relleno de crema...o últimamente también de chocolate (¿qué le pasa a todo el mundo con el chocolate?). Pero ese de chocolate ya no es pastel vasco, es un pastel con chocolate y punto!
La verdad que yo creía que sería más difícil de elaborar, pero para nada. ¡Y encima como premio nos llevamos medio pastel cada uno! El domingo le dimos matarile entre mi novio y yo (no tenemos vergüenza). La masa se prepara básicamente con mantequilla, huevos, harina, almendras molidas y el toque mágico: un taponcito de ron!! Evidentemente en la receta original el ron como que no...jejeje. Se prepara una masa, se forra un molde con ella, se rellena de crema (o de confitura de frutas o de chocolate), se tapa con otro trocito de masa y al horno media horita!
Todos nuestro pasteles |
Normalmente estos pasteles suelen ir decorados: o se les hacen unas rayas o cuadros con una cuchilla antes de meterlos al horno, o con un poco de masa se hace algún dibujo. Básicamente el dibujo es un lauburu:
¡¡No os podéis imaginar el olor que había por todo el taller!! Increible!
Pues eso es todo, no me quiero enrollar más, con esta entrada solo pretendía acercaros un poquito más a la cultura gastronómica vasca, pero a la tradicional, no a la moderna que se hace ahora! Así que si alguna vez venís por aquí, no podéir iros sin pasar por alguna feria y probar un talo y llevaron un trocito de pastel, no os arrepentiréis!!
Solo me queda una cosa, un reto que algún día tendré que hacer: hacer la versión cupcake de estas recetas!!!! Algún día lo haré, seguid atent@s al blog y lo descubriréis!
Muás
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