* Para no perderos ninguna entrada nueva, la nueva dirección del blog es Ni Blanco Ni en Botella

martes, 26 de febrero de 2013

Tarta y cupcakes de Guiness (sí, de la cerveza ;) )

Llega un momento en la vida de todo bloguero gastronómico-repostero en que descubre que tiene un problema. Quizá incluso que se le está yendo de las manos. Ese descubrimiento viene rebelado por dos acontecimientos,  que pueden ocurrir  juntos o separados:
  1. Te pasas más tiempo sacándole fotos al plato que cocinándolo.
  2. Tienes a todos los comensales esperando sin poder comer hasta que tú acabes de hacerle fotos a lo que has cocinado.
 
Sé que muchos de los que estáis leyendo esto me entendéis a la perfección porque os ha pasado lo mismo. Crees que tienes todo bajo control, que sólo es un hobby y que no eres para nada friki. Pero no. Un día te ves en alguna de las dos situaciones anteriores (o incluso en las dos a la vez) y te das cuenta de que estás perdida.
 
 
Bien, pues yo me he visto en ambos casos...más de una vez!!!! Y creo que ya irremediablemente no hay vuelta atrás. En el caso de la receta que os traigo, con la tarta, me vi en la situación número 2. Lo que pasa que no veía a mi familia muy por la labor de esperar a que yo terminara de hacer el "tonto" y tuve que hacer las fotos a todo correr (de ahí que más de la mitad me salieron movidas, torcidas, horribles,...).
 
Lo más curioso de la situación número 2 es la cara de asombro de los comensales, ya que les "amenazas" con que ni se les ocurra empezar a comer porque tienes que hacer fotos para el blog. Y ves que miran con cara de preocupación y asombro. Y entre ellos intercambian miradas como comunicándose telepáticamente en plan:
 
- Oye, pero ¿qué hemos hecho mal para acabe así?
- No sé, yo pensaba que era normal...
- ¿En qué momento se ha convertido en una friki?
- Si cuando la ves parece una chica normal
- etcétera

En fin, sólo quería compartir mi problema, en plan Alcohólicos Anónimos pero en versión Blogueros Anónimos... Pero voy al lío ya con la receta porque no os la podéis perder!! Para nada sabe a cerveza, más bien a chocolate intenso, con un toque diferente. Y la combinación con el frosting de nata es simplemente espectacular, vamos, que me hubiera comido media tarta de una sentada!! Aunque aviso, es consistente, nada de un bizcocho esponjosito, no, es un señor bizcocho.


 

TARTA GUINESS

Inspiración: muuuuuuchos blogs! No voy a nombrar todos porque fueron muchos y porque en todos era prácticamente la misma receta, que originalmente es de Nigella Lawson. Yo le he cambiado  la cantidad de azúcar (originalmente pone 400 g.)
Tamaño del molde: molde de 26 cm de diámetro
Dificultad: desmoldarlo sin que se rompa
Tiempo: 15 minutos + 35-40 minutos de horno

Ingredientes
  • 250 ml. de cerveza Guiness (o cualquier otra cerveza negra)
  • 250 g. de mantequilla
  • 75 g. de cacao en polvo sin azúcar
  • 300 g. de azúcar
  • 250 g. de harina
  • una cucharada de extracto de vainilla
  • 2 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato
  • 140 ml. de nata de montar (mínimo 35% materia grasa)
  • 2 huevos
Para el frosting
  • 250 ml. de nata de montar
  • 250 g. de queso crema
  • 3 cucharadas de azúcar

Preparación

Precalentamos el horno a 180ºC.
En un cazo ponemos a calentar la cerveza. Antes de que rompa a hervir la retiramos del fuego y le añadimos la mantequilla troceada. Removemos para que la mantequilla se derrita del todo. Reservamos.
Batimos los huevos junto con la nata.
En un bol ponemos la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato y con unas varillas manuales o con una cuchara revolvemos bien para que quede todo integrado. Tenemos que conseguir unos polvos de un color uniforme.
Vertemos los huevos y la nata en el bol de los sólidos. Vertemos también la mezcla de cerveza y mantequilla y la cucharada de vainilla. Con ayuda de las varillas (yo lo hice con las manuales) removemos todo bien hasta que nos quede una masa homogénea.
Engrasamos el molde y vertemos la masa en él. Lo metemos al horno y lo cocemos a 180ºC durante unos 35 o 40 minutos. Para comprobar que está hecho lo pincháis en el centro con un palillo, si sale limpio es que ya está.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar para desmoldarlo.
 
 
Para preparar el frosting los ingredientes tienen que estar bien fríos para que adquieran bien la textura. En un bol ponemos la nata junto con el azúcar y con ayuda de unas varillas (eléctricas mejor para no dejarnos el brazo) semi-montamos la nata. ¿A qué me refiero con semi-montar? Pues que tenemos que montarla pero no del todo, sin que llegue a estar firme del todo. Añadimos el queso cremo y batimos bien, terminando de montar.
Refrigeramos para que coja mejor textura.
 
Cuando el bizcocho esté frío, lo glaseamos con la crema de queso y nata. No hace falta que quede perfecto, ni liso ni nada. La gracia es que al quedar el bizcocho negro y el glaseado blanco, se supone que imita un poco a la cerveza Guiness con esa espuma blanca y densa.
 

Aunque no se vea muy bien, aquí veis el corte del bizcocho. Lo dicho, consistente!

Una foto muy de andar por casa... ;)

Lo mejor es dejar el bizcocho de un día para otro, para que se asiente. El día que lo hice el bizcocho era muy frágil y blando, mientras que al día siguiente era ya más consistente y denso.
 
También se puede hacer la versión cupcake de esta tarta. Para ello, teneís que reducir la cantidad de ingredientes exactamente a LA MITAD, y así os saldrán 12 cupcakes. El tiempo de horneado lo tenéis que reducir también a 25 minutos.
 

De verdad que lo hagáis en la versión que lo hagáis, ya sea en tarta o en cupcakes, esta receta es realmente deliciosa. Sobre todo recomendable para los amantes del chocolate, ya que sabe a trufa. El contraste con el frosting de nata tan suave es una maravilla. Así que os la recomiendo sin duda!



Por último, deciros que el domingo se acabó el plazo para participar en el sorteo de mi primer cumple-blog y que ayer a la mañana mañana hice el sorteo. La ganadora ha sido Esther Crespo, que participó en Facebook. Enhorabuena!!!!!! Mil gracias a tod@s los que habéis participado y gracias por los comentarios que he recibido :D

Muás

viernes, 22 de febrero de 2013

PAP macetas de galleta

Como lo prometido es deuda, me he puesto al lío y os he preparado un tutorial para hacer las macetas de galleta que os enseñé aquí. Son un regalo estupendo para el cumpleaños de la madre, la suegra...o para el Día de la Madre, que aunque aún falte tiempo, habrá que practicar antes un poco, no? Y más con el tiempo que pronostican este fin de semana por aquí...
 
 
Ya podéis perdonar la calidad y el color de las fotos, pero las hice de noche y en la cocina (que como llevamos poco tiempo en la casa nueva aún funcionamos con bombillas y tal...). Pero creo que lo esencial para que podáis hacerlas vosotr@s en casa se entiende.
 
Vamos a ello.
 
NECESITAMOS:
  • masa de galletas (si queréis, coloreada de naranja o marrón para que simule el color de las mecetas)
  • cortadores circulares de dos tamaños. Si tenéis un juego de cortadores redondos, cogéis uno y el inmediatamente menor.
  • cortador en forma de flor o circular más pequeño (es con el que vamos a hacer el hueco donde meter la tierra)
  • glasa verde y negra
  • galletas oreo trituradas (para la tierra)
  • palos de brocheta
       
Lo primero es cortar las galletas. Aquí se me pasó sacar una foto para que se entendiera mejor... Para cada maceta cortaremos dos círculos pequeños y dos grandes. A uno de los grandes le cortaremos el centro con el cortador de flor u otro circular:

 
Para que lo entendáis mejor, en la foto de arriba, las galletas de la fila de la izquierda nos servirían para hacer una maceta (dos círculos pequeños, uno grande y otro grande "vaciado").
 
Las horneamos como siempre y nada más salir del horno, esto es súper importante, les clavamos a los círculos grandes el palo de brocheta. Hay que hacerlo aún calientes porque si se empiezan a enfriar es fácil que se nos rompa la galleta.

 
 
Dejamos que se enfríen completamente en una rejilla.
 
Cuando las hice sólo tenía en casa palos de estos que son tipo los de las piruletas. Si tenéis brochetas o palos de  madera tipo los de los polos, mejor, ya que será más fácil pegar luego la flor.
 
Una vez frías (mejor de un día para otro), toca montar las partes de la maceta. Para ello cogemos un poco de glasa y la ponemos en la parte inferior de la galleta de borde:

 

 
La pegamos encima de la que tiene el palo:
 
 
Ahora hay que pegar las dos galletas circulares pequeñas, que serán la que hagan de base. Ponemos un poco de glasa por encima de la galleta y la pegamos a las que tenemos montadas:
 
 
Esperamos a que se seque la glasa (mínimo 1 hora) para no correr el riesgo de que se nos rompa o desmonte al manipularla.
 
Cogemos un poco de glasa color negro o marrón oscuro, que será la que simule la tierra de la maceta. Rellenamos con ella el hueco que nos ha quedado en la maceta:
 
 
Sin dejar que se seque, echamos por encima unas galletas Oreo trituradas para que parezcan la tierra suelta:
 
 
Con esto ya tenemos lo que es la meceta acabada!!
 
Ahora ya vamos con las flores. En este punto, creatividad plena, cada cual que decore o haga las flores como más le gusten: margaritas, tulipanes, girasoles,..., con glasa, con fondant,... ¡como queráis!
 
 
Dejamos que las flores se sequen (de un día para otro sobre todo si son de glasa) y ahora toca la parte más "delicada" de la operación, que es pegarlas al palo. Para ello, ponéis un poco de glasa en la punta del palo, sed bastante generos@s!!
 
 
Si las hacéis con un palo tipo los de los polos de helado, al ser más anchos es fácil pegar las flores en ellos. Pero si las hacéis con palos de piruleta como yo, os cuento mi "trampa": cuando saqué las galletas del horno, antes de clavar los palos en las galletas hice un pequeño agujero con el propio palo en las galletas de flores:
 
 
Así a la hora de pegarlas al palo quedaron mejor sujetas.
 
Ya sólo nos quedan los detalles para darle más realismo a las macetas. Con un poco de glasa verde hacemos una línea a lo largo del palo (yo usé una boquilla del 4) para que parezca el tallo de la flor.
 
 
También podemos hacerle en la base unas hojas. Para esto hay que usar una boquilla de hojas (la número 67 de Wilton, por ejemplo) y tener un poco de  maña. Yo era la primera vez que las intentaba hacer y eso se nota...pero más o menos dan el pego! :p (sí, bueno, porque lo digo yo...)
 
 
¡Y esto es todo amigos! Dejamos que se seque la glasa del tallo y de las hojas y ya tenemos unas macetas de galleta que dejarán a todo el munto boquiabierto y preguntando: pero...¿se come todo? ¿todo es galleta? Tendréis que estar rápidos en contestar antes de que alguien le pegue un bocado al palo!


 
Espero que os haya gustado y lo  más importante...¡¡que se entienda!! Que a veces pienso que me explico un poco mal... Si intentáis hacerlas me encatará ver el resultado, así que no dudéis en enseñármelo :D
 
Muás

martes, 19 de febrero de 2013

Spéculoos o galletas para el café

Por si no os suena el nombre Spéculoos (yo no las conocía con ese nombre) son esas galletas que en muchas cafeterías te dan para acompañar al café y que pone "Lotus". Me encantan, de hecho hasta había veces que me tomaba un café sólo para que me dieran la galleta!! Aunque yo las llamaba galletas de caramelo o galletas belgas...¿por qué? Pues básicamente por ponerles un nombre cualquiera!
 
 
 
El día que descubrí que las vendían en un supermercado fue uno de los más felices de mi vida (vale, igual exagero un poco...). Ya cuando el otro día me topé con un pequeño libro con recetas a base de estas galletas entonces sí que fue lo más! No sólo vienen recetas con esta galleta, sino que viene LA RECETA de estas galletas. ¿Acaso se puede pedir más a un libro que cuesta 3,90€?

Con lo pequeños que son de tamaño, lo grandes que son de contenido!!!! Son una bomba estos libros

Según se explica, el nombre de estas galletas podría provenir del obispo (speculator en latín) San Nicolás, antiguamente símbolo de estas galletas. O también de las especias (species en latín) que le confieren ese sabor tan característico.


Si ya estaban buenas las galletas compradas, estas hechas en casa son lo mejor de lo mejor. ¡¡Qué sabor!! Ideales para el café, pero también para comer solas. O para hacer ciertos postres para darles un toque único, estoy deseando probar más recetas del libro. Desde ya mismo las declaro mis galletas favoritas con diferencia. De hecho fueron vistas y no vistas en casa!


SPÉCULOOS

Cantidad: con un cortador de tamaño similar a las galletas originales salen unas 50-60 (una barbaridad!!)
Inspiración: libro "Spéculoos"de Libros Cúpula
Dificultad: absolutamente ninguna. Bueno sí, aguantarse sin comer todas!!
Tiempo: 15 minutos + reposo + 15 minutos de horneado

Ingredientes
  • 1 huevo
  • 250 g. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 500 g. de harina
  • 250g. de azúcar moreno (en la receta original pone de mascabado, pero yo no encontré)
  • 1 cucharada de leche
  • 2 cucharaditas de canela en polvo
  • 50 g. de azúcar glas
  • 1 sobre de levadura
  • 1 pizca de sal
Preparación

En un bol batimos el huevo con la cucharada de leche.
En otro, tamizamos la harina junto con la levadura, la canela y la sal.
Cortamos la mantequilla en trozos y la mezclamos con el azúcar moreno (yo lo hice a mano). Añadimos el huevo batido con la leche y la mezcla de harina. Trabajamos la masa hasta que quede homogénea (en mi caso lo hice a mano). Formamos una bola, la envolvemos en film transparente y la dejamos reposar en la nevera durante 12 horas (en el libro pone "en un lugar fresco").
Cuando vayamos a hacerlas las sacamos 10 minutos antes para que la masa coja un poco de temperatura y la podamos extender  mejor.
Precalentamos el horno a 180ºC y cubrimos una bandeja de horno con papel de horno.
Extendemos la masa con un rodillo entre dos papeles de horno para que no se pegue y la dejamos a un grosor de unos 5-6 mm. Cortamos con la forma deseada y colocamos las galletas sobre la bandeja.
Horneamos durante unos 15 minutos.
Dejamos enfriar y...¡a comer!


El azúcar moreno y la canela le dan un sabor muy particular que combina de maravilla con el café. Imagino que en caso de hacerlo con mascabado en lugar de con azúcar moreno le dará un sabor aún más especial y característico. Aún así, os puedo asegurar que están  muchísimo más buenas que las Lotus de siempre. ¿Por qué habré tardado tanto en descubrir esta receta? jejeje



Espero que las disfrutéis y las degustéis porque no os vais a arrepentir de probarlas. Eso sí, si no podéis parar de hacerlas no me responsabilizo! ;)

Muás

P.D. Tengo pendiente de publicar un tutorial con las macetas de galleta...pero es que no podía esperar a compartir estaa receta!!

jueves, 14 de febrero de 2013

¿Y si cambiamos un poco? Galletas de queso azul y nueces

"No hay amor más sincero que el amor a la comida" George Bernard Shaw


Sí, así es. En el día de San Valentín, yo publico una receta que no puede estar más alejada de los topicazos de este día. Pero como ya comenté, no comparto las tradiciones de esta "festividad". Me parece un mayor gesto de amor prepararle a mi chico su plato preferido para cenar, que regalarle algo con un corazón.

Y aunque en casa "amamos" el dulce, también estamos enamorados locamente del queso.
Principalmente el blog está dedicado a mi pasión por el dulce, pero de vez en cuando está bien publicar algo que se salga un poco de la norma. Pero no demasiado e! Porque la receta que os traigo hoy no es dulce... ¡pero son galletas!
Unas galletas que se hacen en un plís y que como aperitivo para una celebración (incluida la de San Valentín) o para picar vienen la mar de bien. Además son ideales para aprovechar los restos de queso azul que tengamos por la nevera y las nueces. No os dejéis engañar por su aspecto tan soso y desaliñado. Ya sabéis que si algo nos enseñó "La Bella y la Bestia" es que la belleza está en el interior. Eso sí, sólo son aptas para los amantes del queso y las nueces, el resto abstenerse porque tienen un sabor marcado.

Allá vamos con la receta:

GALLETAS DE QUESO AZUL Y NUECES

Inspiración: receta de galletas de Stilton y nueces del libro "Pasteles. pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados" (el mejor libro de todos para mí). Con alguna pequeña modificación.
Dificultad: cortar todas las galletas del mismo grosor (vamos, ninguna)
Tiempo: 15 minutos + enfriado + 20 minutos de horneado
Cantidad: la receta que os pongo rinde para unas 15 galletas
Ingredientes
  • 50 g. de mantequilla a Tª ambiente
  • 120 g. de queso azul
  • 1 huevo
  • 150 g. de harina
  • 60 g. de nueces troceadas
Preparación
Ponemos en un  bol la mantequilla y el queso y los batimos con las varillas hasta que se junten y formen una crema más o menos homogénea.
Tamizamos la harina y la vamos agregando a la masa. Frotamos con los dedos para formar migas de masa.
Añadimos las nueces troceadas y con una cuchara removemos para que se repartan bien.
Por último echamos el huevo y ahora sí con las manos vamos mezclando hasta conseguir una masa homogénea, intentando que las nueces hayan quedado bien repartidas.
Formamos un rulo con la masa de unos 5 cm. de diámetro, lo envolvemos en papel film y refrigeramos durante al menos una hora.

 
Precalentamos el horno a 180ºC.
Sacamos el rulo y vamos cortando con un cuchillo afilado rodajas de 1 cm (aproximadamente). Las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. (si queréis darle un toque "amoroso", siempre podéis extender la masa y cortar galletas con un cortapastas de corazón).

 
Horneamos durante 15 minutos. Pasado este tiempo, sacamos la bandeja y damos la vuelta a las galletas para que se doren por el otro lado 5 minutos más.
Sacamos y dejamos enfriar.
 
 
VARIACIONES: para darles más sabor se les puede añadir un poco de pimienta molida (yo no se la puse básicamente porque se me olvidó...). Podría probar a hacerse con otros quesos más suaves, pero no me responsabilizo del resultado!
Si, al igual que yo, sois amantes del queso, estas galletas os van a encantar. Y sino seguro que también. Lo dicho, no os dejéis llevar por ese aspecto tan "triste" que tienen! La belleza de esta receta no está en su aspecto sino en su sabor y en el factor sorpresa de zamparse unas galletas nada dulces. Son estupendas para acompañar una sopa o para añadirlas troceadas en una ensalada. Comérselas solas también es un placer!


Espero que la probéis. Si es así contádmelo porfis!

Muás

P.D. Esta es mi entrada número 100!!!!!! Ayyyyy, 100 veces ya que os he aburrido...cómo pasa el tiempo!jejejeje. Qué rabia, y para ser la número 100 voy y publico unas galletas feuchas...y en San Valentín!

lunes, 11 de febrero de 2013

Macetas de galleta

 
El sábado era el cumpleaños de la madre de mi novio y como le gusta mucho el dulce quería hacerle algún regalito especial. Como mi suegro no es muy de dulces pero las galletas le encantan, tenía claro que tenía que hacer algo con galletas. Pero algo diferente, original, espectacular...
 

¿Qué decís, lo conseguí?
 
La idea de estas macetas la vi en el blog de Sweet Sugar Belle. Un blog que no os podéis perder si os gustan las galletas decoradas porque esta chica hace auténticas obras de arte. El único problema es que está en inglés...pero tiene muchas fotos y tutoriales que se entienden perfectamente!jejeje.


 
No las hice siguiendo exactamente sus pasos, ya que tuve que adaptar un poco el proceso a los materiales que tenía...¡y a mis habilidades! Los palos de brocheta que ella usa son diferentes, más anchos, la tierra la hace de otra manera y la glasa y yo aún estamos conociéndonos, con lo que el resultado difiere bastante.
 
 
 Pero quedé muy muy satisfecha con el resultado y sobre todo con el efecto que provocaba en la gente que las veía. La cara que puso mi suegra no tiene precio!jajaja. Y con mi falta de práctica aún con la glasa no me puedo quejar de cómo me quedaron las flores (a pesar del cráter central que no me explico muy bien a qué es debido) y las hojas parece que después de unas cuantas entendí cómo había que hacerlas...


 Todo está hecho de galleta, tanto los tiestos o macetas como las flores. Lo único no comestible de estas macetas es el palo que hace de tallo. El resto son galletas y glasa. De verdad que no es tan complicado como puede parecer. Como os suelo decir muchas veces, ¡si yo soy capaz de hacerlo cualquiera puede!
 
En la foto de abajo veis un detalle de las hojas...lo dicho, les tengo que coger el truco!jejeje.
 

Probé a hacer otro tipo de flor...pero se nota mucho mi necesidad de practicar más con la glasa. Uuuuufffff, pero es que me da una pereza!! Aunque os confieso que después de la experiencia con estas galletas le empecé a coger un poco el gustillo a decorar con glasa, así que a ver si me voy poniendo a ello.


Por último, el sábado tenía que entregar también una tarta que me encargaron. La única premisa era que fuera de zanahoria y con alguna flor. Como eran para una mujer mayor, hice una carrot cake (pinchando podéis ver la receta) y ni la cubrí con fondant ni nada. Sólo le puse para decorar una flor hecha con fondant:


Como veis es la misma flor que os expliqué en el tutorial de la última entrada pero esta vez roja.



Ya veis qué fácil es convertir una sencilla tarta de zanahoria en una tarta vistosa sólo con una flor. Flor que además se hace en un plís y que es muy sencilla!!



Espero que os hayan gustado las galletas tanto como a la gente que las vio en vivo, jeje. Si os gustan y queréis podría preparar un tutorial para que podáis probar a hacerlas vosotr@s, ¿qué os parece?

Muás

P.D. Estas galletas participan en la fiesta de enlaces de Galletas de Personalización de blogs

jueves, 7 de febrero de 2013

Tutorial PAP de flor sencilla

Como yo no soy nada de San Valentín, ni soy "fan" de los corazones y las ñoñerías varias, no vais a ver mucho relacionado con la temática "amor" en mi blog... Creo que el amor no hay que demostrarlo un día gastando dinero, sino a diario con pequeños detalles que, curiosamente, el 99% de ellos son gratuitos: que te levantes y esté el café preparado, que en su día de fiesta madruguen para hacer cola en un supermercado para comprarte una batidora porque tú estás trabajando, que te acompañen un domingo desde las 8 de la mañana a pasar frío en una feria,... y  muchos detalles más que se os ocurrirán a vosotr@s. Este día comercial inventado por los grandes comercios para impulsar el consumismo en un mes en el que no hay otras motivaciones para gastar dinero, nunca me ha gustado. 



 Dicho lo cual, es cierto que en repostería es una temática que puede dar mucho de sí, pero me niego en rotundo a dejarme llevar. Así que como "regalo" adelantado de San Valentín para todos los que seguís el blog, os traigo un super tutorial paso a paso para que podáis hacer una flor sencilla pero al mismo tiempo resultona. No se requiere ningún tipo de habilidad especial para hacerla (la he hecho yo, con eso os digo todo,jeje) y quedará la mar de bien en una tarta o coronando un cupcake. Aprendí a hacer esta flor gracias a un estupendo tutorial de Sweet Mania, que yo humildmente reproduzco aquí. Así que sin enrollarme más, allá vamos:


MATERIALES NECESARIOS:
  • fondant del color que más os guste (en este caso es fondant blanco de Funcakes teñido de color turquesa de Wilton)
  • una bolita pequeña de fondant negro
  • un rodillo pequeño
  • un cortador redondo
  • un trozo de foam (lo blanco que veis a la izquierda)
  • algo curvado para secar los pétalos (vale una paleta como la de la foto, pero también sirve una huevera o cualquier cosa que sea curva)
  • una esteca de bola (no sale en la foto)
  • perlas  comestibles negras (no son indispensables)


En lugar de usar el foam, es posible que uséis también esas esponjitas para maquillaje como la que veis en esta foto de arriba. Simplemente las vamos a usar para dar forma a los pétalos.


Primero estiramos el fondant y cortamos un círculo. Lo dejaremos tal cual, ya que es el que nos va a servir de base para toda la flor.


A continuación cortamos 10 círculos más, que serán los pétalos de la flor. Esta flor lleva dos capas de 5 pétalos cada una, aunque podríais hacerla sólo con una capa.


Cogemos uno de los pétalos, lo colocamos sobre el foam (o sobre la esponjita de maquillaje) y con ayuda de la esteca de bola vamos afinando el borde. No hace falta afinar toda la circuferencia, basta con la parte que quedará hacia fuera que es la que se va a ver. Simplemente ejercemos un poco de presión sobre el borde y vamos pasando la bola. Tiene que quedar fino y con "vuelo", que parezca un pétalo.
 
Hacemos lo mismo con todos los pétalos de la flor.

 
Ponemos los pétalos a secar sobre una superficie ondulada o curva para que cojan un poco de forma. Dejamos que se sequen alrededor de una hora.


Cogemos una bolita de fondant color negro y la aplastamos un poco para darle forma de botón. Será la que hará del centro de la flor, con lo que hay que intentar que tenga un tamaño proporcionado!
 
Con un colador (o con un trozo de tul) marcamos la parte de arriba del botón:


Esto es para darle un poco de textura y que parezca el centro de la flor.
 
Y procedemos al montaje de la misma:


Mojamos con ayuda de un pincel el círculo de base. Pegamos uno de los pétalos, intentanto que el extremo coincida más o menos con el centro de la base. Vamos pegando el resto, superponiéndolos un poco hasta acabar de poner los 5. Como esta capa de abajo casi no se va a ver, aprovechad a poner aquí los pétalos que hayan quedado un poco más "feuchos".
 
Para pegar la segunda capa procedemos de la misma manera. Si no queréis que os quede mal, antes de mojar para pegar, podéis poner los pétalos encima simulando cómo queréis que os queden y hacer pruebas para ver cómo os gusta más. Cuando os guste, pasáis un pincel mojado por encima de la primera capa de pétalos y los vais pegando. Tienen que quedar de forma alterna a los de abajo, para que se vea que hay dos capas y tenga volumen.


En el centro de la flor pegamos el botón color negro.


Para decorarla y que quede más vistosa, podemos ponerle perlas comestibles negras alrededor del centro.


Mientras la dejáis secar, para que se seque con más vuelo o volumen, podéis meterle entre los pétalos trocitos de papel de cocina para que los "sujete".
 


¡¡Tachán!! Una flor preciosa que podéis colocar encima de un cupcake o para decorar una tarta floral.
 


Yo por ejemplo la puse encima de uno de los cupcakes que llevé de muestra a la feria del domingo, junto con otros cupcakes con una rosa y con un lazo: sencillos pero muy vistosos.





 

También usé estas flores en unos cupcakes que hice en verano para el cumpleaños de la madre de un amigo, los podéis ver aquí. En ese caso no les puse las perlas (porque no tenía, básicamente) y las hice de varios colores.

Espero que os gusten y que os animéis a hacerlas!! Si os animáis me gustaría mucho ver el resultado!

Muás

P.D. Acordaos que estoy de sorteo!! Tenéis aún un par de semanas para poder participar y el único requisito es dejar un comentario en esta entrada!! Os podéis llevar un vale de 50€ para la tienda de Maria Lunarillos, ¿qué más se puede pedir? (sí, mucho, pero no me estropeéis la frase!jejeje).