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viernes, 27 de abril de 2012

¡¡Porque no solo de dulce vive el hombre!!: cupcakes de cebolla y queso de cabra

Aunque si por mí fuera, me alimentaría a base de dulce, exclusivamente. Pero claro, no es plan...podría acabar rodando!!jeje, aunque mirando el lado positivo igual así mejoraba mis tiempos en las carreras!!


Creo que ya lo he comentado alguna que además del dulce, mi otra gran debilidad es el queso...QUESO....ummmmmm, ñam,ñam,ñam!!!! Da igual qué queso, fuerte, suave, azul, blanco, duro, blando,...todos tienen su punto!

Céntrate Iratxe y a lo que ibas, que me estoy emocionando pensando en queso y me están entrando unas ganas locas de ir a la nevera a por un trocito!


En Navidades mi ama (mi madre) me regaló un libro de Xavier Barriga llamado MAGDALENAS. Vienen poquitas recetas, pero muy buenas y variadas todas y lo que me pareció lo más original: recetas saladas!!!! Dije: esto ya es lo más de lo más!! Magdalenas saladas!!?? Esto lo tengo que probar sí o sí.

El caso es que la receta que os voy a dar hoy no es ninguna del libro. Me inspiré en una de ellas para crear esta, pero es versión original! La del libro era una receta de magdalenas de queso de cabra y tomate. ¿El problema? No me gusta el tomate. Ya, ya, ya lo sé: ¿cómo puede ser que no te guste el tomate? ¡Sacrilegio! ¿Pero lo has probado en ensalada? ¿Lo has probado con ajo? ¿Has probado el natural cogido de la huerta?
Síiiiii, lo he probado de muchas maneras y lo confieso abiertamente: NO ME GUSTA EL TOMATE!!!! Eso sí, el de lata super sintético que lleva más químicos que otra cosa me encanta! Así de rara soy yo.


Lo que hice fue sustituir el tomate por otra cosa, y recordé un pintxo que se come por aquí que lleva queso de cabra a la plancha, cebolla caramelizada y un chorrito de vinagre de módena. Así que ya estaba, sustiuir el tomate por cebolla caramelizada.


Probablemente estéis pensando que se ma va la olla. Que una magdalena salada con queso y cebolla es una marranada y tiene que ser algo asqueroso. Pues eso es lo mejor de estos cupcakes!!!!! El efecto sorpresa, sobre todo en vuestros agasajados. Es realmente sorprendente: por un lado notas la esponjosidad de la magdalena y tus ojos te están diciendo que eso que ven es un bizcocho y tiene que saber dulce. Pero al morderlo......una explosión de sabor que no te esperas, con ese toque tan rico que le da la cebolla caramelizada y el rico sabor del queso de cabra derretido. Además la corteza queda un poco crujiente...ñam-ñam-ñam!!!!! Indescriptible, hay que probarlo para entenderlo.


No os tengo más en vilo, ahí va esta maravilla, ¡¡la mejor receta de magdalenas del mundo mundial!!
CUPCAKES DE QUESO DE CABRA Y CEBOLLA CARAMELIZADA (para 12 cupcakes)
Ingredientes
  • 3 huevos
  • 100 g de azúcar
  • 220 ml de aceite de oliva
  • 210 g de harina
  • 60 ml de leche
  • 1 1/2 cucharadita de levadura
  • una pizca de sal
  • media cebolla
  • queso de cabra en rodajas
Preparación

Batimos los huevos junto con el azúcar con las varillas. Sin dejar de batir, incorporamos el aceite poco a poco y la leche.
Tamizamos la harina junto con la sal y la levadura y lo vamos agregando a la mezcla, y seguimos batiendo hasta conseguir una masa homogénea.
Tapamos el bol con esta mezcla con un paño y la dejamos reposar en la nevera durante al menos 1 hora, para que vaya cogiendo cuerpo. Se puede dejar incluso hasta el día siguiente.
Precalentamos el horno y sacamos la masa de la nevera.
Mientras se calienta el horno, cortamos la cebolla bien fina y pochamos la mitad en una sartén con aceite, hasta que adquiere un color más o menos oscuro. El resto de la cebolla lo reservamos.
Removemos la masa enérgicamente con un batidor manual para homogeneizarla bien. Llenamos los moldes para las magdalenas hasta la mitad. Colocamos una rodaja de queso de cabra y un poco de la cebolla que hemos pochado.

Terminamos de rellenar los moldes con más masa, pero sin llegar hasta arriba del todo que sino se desbordan!! Por último, y antes de meterlas en el horno, les ponemos otra rodaja de queso de cabra y la cebolla que nos quedaba, pero esta hay que ponerla cruda para que se haga en el horno y quede bien crujiente.

Las horneamos a 180º durante unos 20-25 minutos o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio.

 ¡Qué olor se queda por toda la cocina, madre de dios! Os aconsejo que las comáis aún calentitas para poder saborearlas bien de verdad. En caso de que os sobren y queráis comerlas en otro momento, mejor que las calentéis un poquito en el horno y no en el microondas para que no pierdan su textura.


Espero que las probéis y me digáis qué os han parecido.

Muás!!!!
 

Curso de talo y pastel vasco: ¡¡huele a feria!!

Como ya comenté en el último post, el sábado estuve haciendo un curso para aprender a hacer talos y pastel vasco. Y esta entrada es para contaros qué tal fue y, sobre todo, para que conozcáis estos dos riquísimos platos de la gastronomía vasca.


Ambos platos son muy típicos aquí, pero nadie (que yo conozca) los come en casa, eso sí, no hay feria que se precie que no tenga su puesto donde hacen talos y otro puesto donde vendan pastel vasco!! Típico-típico!


No os digo quién soy en las fotos que me da vergüenza!!!!
El curso lo hice en 220º:espacio de cocina alternativa. Es un espacio aquí en Vitoria donde se imparten cursos de cocina, pero no cualquier cocina, cocina alternativa, cocina saluable, cursos de pan,... Es una maravilla! La creadora y alma de esta idea es Elena, una chica que trabaja en la radio y que un día decidió que era hora de enseñar y transmitir a los demás su pasión por la cocina, pero, sobre todo, su pasión por lo tradicional, por lo ecológico, por lo de toda la vida. Y menudo pedazo de taller que se ha currado! Ella da cursos, pero también hay cursos que imparten cocineros importantes de aquí o incluso Iban Yarza (si no sabéis quién es, no sabéis lo que os perdéis, gracias a oirle solo 5 minutos me enamoré del pan y de esa pasión que transmite). Mi única pena es que como trabajao casi todos los fines de semana, no puedo asistir a más cursos, pero pieso repetir a todos los que pueda!! Y gracias también a Mónika, que fue la chica que impartió este curso de talos y pastel vasco y que nos enseñó de maravilla y nos transmitió su sabudiría entorno a estos dos platos!

Desde la mañana se organizaron actividades relacionadas con el
talo, el protagonista indiscutible de la jornada.

Bueno, a lo que iba que me enrollo!! El talo no es más que una especie de torta de harina maíz. Hace años, era el pan que se comía en las casas de aquí, ya que el maíz era el cereal más abundante y más accesible para las gentes en aquella época. Lo comían en los caseríos como si fuera el pan, es decir, lo comían a todas horas, para desayunar, comer, cenar, se lo comían con alubias, con leche,...o con lo que tocara comer.

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Hoy en día el talo se come en las ferias y se come con chistorra (o chorizo), con morcilla o con queso. Últimamente se está poniendo de moda la versión dulce con chocolate...pero ese no es que mola!

Talo con chistorra

La preparación es super sencilla, simplemente harina de maíz (de la buena), una pizca de sal y agua muy caliente. Se amasa bien todo, se hacen bolas con la masa y luego se va golpeando con la palma de la mano sobre una mesa o una tabla de madera hasta formar una torta, cuanto más fina mejor. Luego se pasa a una plancha y se hace por los dos lados. Hay que hacerlas rápidamente y consumirlas en cuanto se hacen, para que estén más crujientes y más ricas. Tienen un sabor riquísimo a maíz. Les ponemos dentro lo que queramos y a disfrutar! Eso sí, no puede faltar para acompañar un buen vaso de sidra o de txakoli!!

Degustando nuestros talos con piperrada, queso, txistorra y sidra!!
En cuanto al pastel vasco....ummmmm...pastel vasco......ay madre, ¡¡estoy babeando!! Me encanta! Puesto que veo que vende pastel vasco, pastel vasco que me llevo para casa. ¿Lo malo? Que para el día siguiente ya no quedan ni las migas!!


Este postre es originario del País Vasco francés, por la zona de Cambò, aunque hoy día lo encontramos por todo el País Vasco. El nombre original es Gateau Basque. Básicamente consiste en una masa, tipo masa quebrada, que se rellena y se tapa. Originalmente se rellenaba con confitura de fruta, de modo que las familias podían aprovechar la fruta que les sobraba. Hoy en día, si vamos al País Vasco francés lo típico es encontrarlo relleno de confitura de cereza. Pero aquí, en la parte sur digamos, lo típico es que esté relleno de crema...o últimamente también de chocolate (¿qué le pasa a todo el mundo con el chocolate?). Pero ese de chocolate ya no es pastel vasco, es un pastel con chocolate y punto!

 

La verdad que yo creía que sería más difícil de elaborar, pero para nada. ¡Y encima como premio nos llevamos medio pastel cada uno! El domingo le dimos matarile entre mi novio y yo (no tenemos vergüenza). La masa se prepara básicamente con mantequilla, huevos, harina, almendras molidas y el toque mágico: un taponcito de ron!! Evidentemente en la receta original el ron como que no...jejeje. Se prepara una masa, se forra un molde con ella, se rellena de crema (o de confitura de frutas o de chocolate), se tapa con otro trocito de masa y al horno media horita!

Todos nuestro pasteles
Normalmente estos pasteles suelen ir decorados: o se les hacen unas rayas o cuadros con una cuchilla antes de meterlos al horno, o con un poco de masa se hace algún dibujo. Básicamente el dibujo es un lauburu:

File:Lauburu.svg

¡¡No os podéis imaginar el olor que había por todo el taller!! Increible!


Pues eso es todo, no me quiero enrollar más, con esta entrada solo pretendía acercaros un poquito más a la cultura gastronómica vasca, pero a la tradicional, no a la moderna que se hace ahora! Así que si alguna vez venís por aquí, no podéir iros sin pasar por alguna feria y probar un talo y llevaron un trocito de pastel, no os arrepentiréis!!

                                       

Solo me queda una cosa, un reto que algún día tendré que hacer: hacer la versión cupcake de estas recetas!!!! Algún día lo haré, seguid atent@s al blog y lo descubriréis!

Muás


lunes, 23 de abril de 2012

¿Y por qué no? ¡¡Cupcakes de calabacín!!



Eso es lo que pensé: ¿por qué no?  Si hay cupcakes de zanahoria (y están bueníiiiisimos por cierto) y existe el bizcocho de calabacín...¿por qué no crear unos cupcakes de calabacín?

















Sí, sí, de calabacín. Solo se puede decir una cosa: sorprendentes!!


¿Habéis probado alguna vez el bizcocho de calabacín? Sorprende mucho su sabor, pues para nada te esperas que esté tan bueno y que sepa tan poco a calabacín. La receta me la pasó mi vecina de abajo, una señora muy majetona que me ha dado un montón de recetas, además de la cena varios días. Una de esas recetas era el bizcocho de calabacín, super fácil de hacer y que ella lo hace para "engañar" a los nietos y así coman verdura...

La primera vez que lo hice me sorprendió muchísimo: un bizcocho muy esponjoso, muy suave y con un sabor....a magdalena de la Bella Easo (y que me perdonen los de la marca, pero es que lo primero que pensé!)

Así que si se puede hacer un bizcocho, se podrán hacer unos riquísimos cupcakes, ¿o qué? Pues sí!! Se pueden, están riquísimos...y tenéis la excusa de decir que estáis comiendo verdura!!!!jajajajaja.


Para la crema lo tenía clarísimo: frosting de queso! Le pega a todo. Bueno, es que para mí, cualquier cosa que lleve queso me pega con lo que sea, que sí, que sí.


Bueno, pues para no enrollarme más y no teneros en ascuas, ahí va la super receta:

CUPCAKES DE CALABACÍN

Ingredientes (para unos 12 cupcakes)
  • 1 calabacín mediano
  • 3 huevos
  • 120 ml de aceite suave
  • 150 g de azúcar
  • 200 g harina (quizá un poquillo más)
  • 1 1/2 cucharadita de levadura
  • 1 pizca de sal
Preparación

Pelamos el calabacín y lo partimos en trozos. Batimos los huevos junto con el calabacín (crudo, sí, que no cunda el pánico porque luego va al horno) en un bol con una batidora de cuchillas. Esto es muy importante porque queremos que el calabacín acabe totalmente hecho puré, que no se noten los trozos ni nada.
Ahora ya podemos batir con una batidora de varillas o como lo hagamos tradicionalmente (se puede incluso seguir con la de cuchillas). Añadimos el aceite y batimos bien. A continuación agregamos el azúcar integrándola bien.
Tamizamos la harina con la levadura y la sal y la vamos añadiendo a la masa hasta obtener una masa homogénea.
Preparamos en el molde los papelitos para las magdalenas y los rellenamos con la masa hasta 2/3 de su capacidad.
Con el horno precalentado, los horneamos a 180º durante 20-25 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo éste salga limpio. Cuando estén los sacamos del horno, los dejamos templar en el molde unos 5 minutos y luego los sacamos para que terminen de enfriarse en una rejilla.

Merece la pena probarlos así solos para apreciar el sabor que tienen. De verdad que es sorprendente lo poco (o más bien nada) que sabe a calabacín y el sabor a magdalena tan rico que tiene.


Para el FROSTING DE QUESO

Aunque ya he puesto más veces esta receta, por si acaso la repito porque suelo variar las cantidades o proporciones para ir probando:

  • 50 g de mantequilla (a temperatura ambiente
  • 120 g de queso de untar (tipo Philadelphia)
  • 150 g de azúcar glacé
Aunque en casi todas las recetas que se ven por ahí de este frosting usen mucho más azúcar, yo siempre le pongo menos porque no me guste que sepa demasiado dulce, no sé, me parece que al final tanto azúcar acaba matando el sabor del queso.

Preparación

Ponemos en un bol la mantequilla junto con el azúcar glacé y batimos bien hasta que formen una crema. Añadimos el queso y seguimos batiendo hasta que se integre todo bien. El queso da igual que no lo hayáis sacado de la nevera con tiempo, yo lo eché frío y ni se me cortó la crema ni nada.


Decoramos nuestros cupcakes al gusto y....a ver quién es capaz de adivinar de qué están hechos!!

Yo opté por seguir practicando con la boquilla 1M, ya voy controlando las flores!, y probé a hacer copetes. Luego las decoré con unas flores de fondant que hice para probar mis nuevos cortadores con expulsor. ¡Qué guays! Como podéis apreciar hay dos cupcakes con un copete muy pequeñito. No es que quisiera probar una decoración minimalista...que también, es que me comí parte de la crema a cucharadas y no me llegaba para ponerles más!! jijiji.



Por cierto, a ver si puedo hacer un mini-post para contaros el curso que hice el sábado a la mañana: talo y pastel vasco!!!!! ¿Que no sabéis lo que es ninguna de las dos? ¿Y podéis vivir tranquil@s? Pues ala, así no vais a tener más remedio que esperar a leer mi próximo post donde os lo cuente todo!! uajajajaja (risa malvada)

Muás!!

P.D. Menos mal que ayer domingo corrí una carrera de 16km (de los cuales prácticamente 15 eran cuesta arriba...)!!!! Porque entre los cupcakes, los talos, el pastel vasco,....buf!!!jejeje

Re-muás!!

viernes, 20 de abril de 2012

Marchando otra de galletas!!

Ahí va otra tana de galletas...y de vestidos! Cuando publiqué los vestidos de boda ya ejé caer que me había gustado mucho la experiencia como diseñadora de moda, así que otra vez me puse a ello.


Cuando hice las galletas con la técnica del pincelado (brushing embroidery) repartí la masa en dos, así que con el otro trozo de masa hice unos vestidos para dar rienda suelta a mi creatividad de moda (que está un poco limitada, no nos vamos a engañar).


Y este fue el resultado. Podían haber quedado mejor, no os voy a decir que no. Pero como tampoco tenía todo el tiempo del mundo, pues no pude recrearme todo lo que me hubiera gustado. Pero bueno, el caso es que gustaron.


Siempre que hago galletas o cupcakes me dedico a repartirlas. En casa solo somos dos (y el gato) y como nos comamos todo podemos acabar diabéticos y obesos perdidos y no es plan. Principalmente reparto entre mi madre, mis suegros y nosotros. Y oye, tengo un público muy agradecido, porque siempre les encantan!! Les parecen preciosas, buenísimas,... Mira que les digo que sean sinceros y no me hagan la pelota, pero no hay manera.


Pero esta vez sí, el sabor triunfó como nunca. Las galletas más ricas de todas las que he probado a hacer. 

¿De qué eran? ¿De qué eran?...os preguntaréis. De CANELA!!!!!!! Y mira que nunca he sido fan de la canela. Del olor sí, pero del sabor....ññññ. Pero en estas galletas sí! Bueníiiiiiiiiisimas!!!!!

Pero....nos darás la receta. ¿o qué? Tanto decir que qué ricas estaban. No te enrolles y dánosla!!



Que síiiiii, que voy, coged papel y boli y apuntad!

GALLETAS DE CANELA

Ingredientes
  • 150 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 100 g de azúcar moreno (o de la normal si no tenéis)
  • 280 g de harina
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de jengibre (es prescindible)
  • 1 cuharada de canela
Preparación

Ponemos la mantequilla junto con el azúcar en un bol y batimos bien hasta que se haya formado una crema. Añadimos el huevo y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado.
Vamos agregando la harina tamizada poco a poco mezclando bien con una espátula. Cuando hayamos agregado la mitad, añadimos el jengibre (no es necesario) y la canela y lo integramos bien. La canela la podéis añadir un poco al gusto, pero tampoco os paséis!
Terminamos de añadir el resto de la harina hasta que quede una masa homogénea.
Hacemos una bola y la envolvemos en film transparente para meterla a la nevera. Ahí tiene que estar mínimo una hora para que repose bien.
La sacamos 10 minutos antes de usarla y la estiramos con un rodillo. Para que no se peque lo mejor es poner un trozo de papel de horno en la mesa, ponemos la masa encima y otro trozo de papel de horno encima para que no se pegue al rodillo. Las costamos con la forma deseada y si vemos que están un poco blanditas las metemos un rato a la nevera.
Precalentamos mientras el horno y cuando las sacamos de la nevera las metemos directamente. Las horneamos a 180º unos 12-15 minutos, dependerá del grosor. Sabremos que están listas cuando veamos que los bordes empiezan a estar doraditos.
Las sacamos del horno, las dejamos enfriar un poco en la misma bandeja y después las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.
¡Listo! Ya solo queda decorarlas...o comérselas sin más! Ummmmmm


Espero que la probéis y disfrutéis. ¡Hasta la próxima!

Muás!!!!!!!

lunes, 16 de abril de 2012

Brushing embroidery por fiiiiiiin!!!!! (más o menos)

A la segunda parece que ha ido la vencida, he conseguido hacer unas galletas decoradas con la técnica brushing embroidery o, como lo llamo yo para entendernos mejor, la técnica de pincelado.



Podían haber quedado mejor, no os voy a engañar, pero estoy super contenta con el resultado!! Es que otra vez que lo intenté fue un desastre. Básicamente porque la glasa estaba tan blandurria que era imposible difuminarla con el pincel.


En sí la técnica es muy sencilla, la única dificultad que yo le veo es el pillarle el punto a la glasa. Y ese es mi principal problema! La glasa tiene que tener una consistencia bastante gordita, espesa, porque de lo contrario se desparrama y no aguanta la forma que le queremos dar.


Como veis el resultado es muy vistoso y quedan unas galletas de lo más bonitas. Además se puede jugar con los colores del fondo y los colores de la glasa. Como la glasa de por sí es blanca y no me apetecía andar tiñiéndola (más que nada por si al final el experimento resulaba ser un desastre), decidí poner un fondo en el que raltara bien el blanco, con lo que el rojo y el negro me parecieron una buena opción.

Os explico un poquito cómo las hice, por si aún no os habéis animado a probar esta forma de decoración. De todas formas, en internet es posible encontrar unos cuantos vídeos donde se ve cómo aplicar bien la glasa y de cómo extenderla y difuminarla con un pincel.


Primero tenemos que preparar galletas con la receta que queramos. Yo les dí forma redonda con los bordes ondulados, pero se puede hacer con cualquier forma. Las "pintamos" con algo pegajoso como leche condensada, dulce de leche,... para que se pegue el fondant. Estiramos fondant del color deseado, lo cortamos con el mismo cortador (o parecido) al de la galleta y lo pegamos encima.


Con la glasa con una consistencia espesa, dibujamos unas líneas onduladas. Sin esperar a que se sequen, cogemos un pincel con la punta cuadrada y empezamos a difuminar la línea de glasa. Con lo de pincel cuadrado me refiero a que no tiene que ser con una punta fina, sino un poco más ancha. Perdonad que no os pueda enseñar una foto del pincel que usé, es que nunca me doy cuenta de sacar fotos al proceso, la falta de costumbre de hacer un paso a paso, jajaja.


Vamos extendiendo poco a poco la línea, pero se tienen que notar las rayas que hace el pincel. Vamos añadiendo glasa en función del dibujo que queramos hacer. Yo intenté hacer flores y hojas, también un intento de mariposa.


(Sí, soy tan cutre que la foto está sacada encima de la cama!!)


A las flores les ponemos con glasa tantos pétalos como queramos. Podemos hacer también hojas y en medio les hacemos una línea con glasa para simular el nervio central. Y para acabar podemos decorarlas al gusto, poniendo puntos, dejándolas tal cual,... ¡¡Imaginación al poder!!


¿Quedan resultonas o no?

La receta que utilice para estas galletas os la pondré en el próximos post, porue la dividí en dos y por una parte hice estas y por otra hice vestidos primaverales, así no os aburro.... Esto de no tener una conexión de internet decente es lo que tiene, que me cuesta hooooooras publicar algo!! A ver si por fin nos dan el piso nuevo y puedo poner adsl de una vez!!!!



Bueno, no me enrollo más con este monográfico fotográfico que os he puesto, se nota que estaba emocionada porque me había salido, e? jejejejejeje. Pero no quiero acabar esta entrada sin daros las gracias a tod@s los que visitáis el blog y a tod@s los que lo seguís. No os imagináis la ilusión que me hace ver que hay gente a la que le gustan las cositas que hago. Y muchas gracias también a tod@s los que me dejáis un comentario, me encanta leerlos!! Y me animáis a seguir aprendiendo y mejorano, de hecho como veis ando intentando hacer mejoras en el blog y algunos cambios de imagen, pero es que ando más pez en esto...buf!! La informática se me resiste por completo!!jeje


Lo dicho, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias, os aprecio un montón!!!! (qué cursi ando hoy!!!jajajaja).

Muás!