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jueves, 28 de junio de 2012

Pastel vasco para despedir el piso!!

No, aún no nos hemos mudado, ¡¡qué agoniaaaaaaaaa!! ¡No llega nunca "la llamada"! Pero por si acaso ya hemos hecho la despedida oficial del piso de alquiler! Aprovechando que en San Juan son las fiestas de mi barrio (no he visto yo fiestas de barrio tan concurridas y populares como estas) y que por fin me tocaba librar un finde...pues cenita en casa con amigos!!


Ya podéis perdonar las fotos...pero lo último en lo que estaba pensando ese día era en el blog o en las fotos artísticas!! De hecho, le saqué fotos de milagro al pastel ya hecho!

El pastel vasco es un dulce típico de aquí, que lo venden en todas las ferias y que es una delicia!! Es como una especie de masa quebrada rellena de crema, de confitura de cereza (en Iparralde) o últimamente se ha puesto de moda de chocolate. Siempre había querido aprender a hacerlo y hace un par de meses, gracias a un curso de http://www.220grados.com/, tuve la oportunidad de aprender. ¡¡Ya soy plenamente feliz!!jejeje.


Por si algún día os animáis a probarlo, os dejo la receta tal y como yo la hice (cambié alguna cosilla de la que nos dieron en el curso, para variar):

PASTEL VASCO

Ingredientes:

Para la masa
350 + 75 g de harina blanca de trigo
2 yemas de huevo
1 huevo entero
1 pellizco de sal (unos 3 gramos)
100 g azúcar blanco
150 g mantequilla (a temperatura ambiente)
20 g de almendras molidas
Levadura en polvo royal
1 tapón de ron

Para la crema
500 ml de leche 
3 yemas de huevo
100 g azúcar blanco
50 g de harina de maíz maizena
Ralladura de limón o un chorrito de zumo de limónUna rama de canela

Preparación

En un bol mezclamos la harina con el azúcar. En este caso, tal y como me explicaron en el curso, se mezcla directamente con las manos, como lo han hecho toda la vida las "baserritarras". Así notáis muy bien si está bien integrado todo o no. Si no queréis pringaros, pues con la batidora también vale.
 A continuación vamos añadiendo los ingredientes "húmedos", es decir, el huevo y las dos yemas, mezclando bien. 
Tamizamos la harina junto con una pizca de sal y un poquito de levadura (no queremos que suba, no es un bizcocho así que con la punta de un cuchillo ya vale) y lo vamos añadiendo a la mezcla mientras seguimos mezclando. Seguimos con las manos o con una espátula, como veais. Lo de 350 + 75 g. de harina hace referencia a que va un poco a ojo. 350 gramos hacen falta seguro, pero luego dependerá de los ingredientes húmedos que le hayamos echado, si los huevos eran más o menos grandes, si le añadimos licor...así que un poco a ojo.
Por último, le echamos un chorrito de ron (un tapón) y unas almendras molidas. Estos dos últimos ingredientes son opcionales, sirven para darle un toque especial. Podéis quitarlos o sustituir el ron por cualquier otro licor o vino dulce, al gusto.
Envolvemos la masa en film transparente y la dejamos en la nevera mínimo una hora. O de un día para otro.


Mientras, vamos preparando la crema pastelera. Como no quiero que esta entrada parezca la biblia, no me enrollo y os pongo la receta otro día, porque además como no tenía mucho tiempo experimenté un poco y ¡¡la hice en el microondas!! Sí, sí! Y queda de maravilla! 

Lo que sí os voy a dar es el truco del almendruco ;) Cuando se está enfriando la crema, para que no le salga esa costra por encima, le ponéis un poco de film transparente pero en contacto con la superficie de la crema y ya veréis cómo no sale ni costra ni nada.


Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en dos trozos, uno que sea una quinta parte del otro (será la tapa del pastel). Lo estiramos bien con un rodillo y cubrimos con la masa un mode apto para horno de estos que no son muy altos (3-4 centímetros). Recortamos el sobrante y pinchamos un poco la base para que no se hinche en el horno. 
Cubrimos con la crema, sin llegar a llenarlo del todo para que no se desborde.
Estiramos el resto de la masa y la ponemos encima, tapando la crema y presionando bien los bordes para cerrarla. Con la masa que nos sobre, se pueden hacer dibujillos para decorar. Aquí lo típico es poner un "lauburu" (un símbolo vasco) o sino hacer con un cutter rayas en la tapa.



Aquí me tenéis en plena labor de poner el lauburu.
Precalentamos el horno a 180ºC y mientras "pintamos" la superficie del pastel con huevo. Este paso a mi se me olvidó. No pasa nada, simplemente es para que adquiera un tono más dorado en el horno.
Horneamos durante 30-35 minutos.

  

Espero que algún día probéis a hacerlo, es un poco laborioso pero merece muchísimo la pena!! Y si no, cuando tengáis oportunidad de acercaros a alguna feria donde los vendan, ¡probadlos! No os arrpentiréis!!

Como siempre, un millón de gracias a todos los que estáis ahí!! Enseguida otra entrada con cosillas que se me han quedado pendientes.

Muás!!!!!

5 comentarios:

  1. jajaja, que gracia lo del piso. está bien "inventarse" excusas para hacer celebraciones, yo lo hago mucho :)
    el pastel tiene una pinta tremenda. besos!

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    Respuestas
    1. El día que realmente sea la despedida no me lo voy ni a creer!!jajaja. Menuda agonía esta de estar esperando la llamadita que te digan: mañana te damos las llaves de tu casa. Buuuuuf!!!
      Menos mal que amenizo la espera con estos pasteles y demás dulces!! ;)
      Muás!

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  2. mmmmmmmmm mi novio es Vasco....y aunque vivimos en Madrid, está trabajando en Bilbao durante dos meses....así que me has dado una ideaza para hacerle cuando vuelva ^^

    Gracias!!!

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