Porque antes del postre...también hay que comer!!

Ya os he dicho alguna vez que, aunque el dulce me pierde (y de qué manera!), no solo de dulce vive el hombre. ¡Qué más quisiera!

Así que hoy os voy a dejar una receta salada muy sencilla y muy rica, ideal para celebraciones y que se puede adaptar y cambiar de mil maneras!

Eso sí, no os mal-acostumbréis, que tengo por ahí cositas y experiemenos dulces a tope (esto de que la llegada del otoño me deprima está derivando en una invasión de bizcochos y variantes en mi cocina que empieza a resultar preocupante...). Además de una lista ya interminable de recetas e ideas "pendientes" que espero ir reduciendo este otoño-invierno...

Como en la última entrada sobre premios os metí una chapa a leer tremenda, hoy voy a portarme bien y seré breve. Esta receta la saqué del semanal de un periódico pero, como siempre, la cambié y la adapté a mis gustos y necesidades, jeje.

MINI-QUICHÉS DE CHAMPIÑONES (12 unidades)

Ingredientes:
Masa: 

• 200 g. de mantequilla
• 300 g. de harina
• sal
• 1 huevo

Relleno:

• 250 g. de champiñones
• 1/2 cebolla
• 1 diente de ajo
• aceite de oliva
• 250 ml de nata para cocinar
• 120 g. de crème fraîche (si no encontráis, la sustituis por nata)
• 4 huevos
• nuez moscada
• pimienta
• 100 g. de parmesano rallado (u otro queso que os guste)

Preparación:

 

En un bol, batimos la mantequilla para que forme una especie de crema. Añadimos el huevo y lo integramos. Vamos añadiendo la harina y una pizca de sal y lo amasamos todo bien hasta que forme una masa homogénea. Hacemos una bola, la envolvemos en papel film y dejamos que se enfríe en la nevera durante al menos una hora. (Este paso os lo podéis saltar y en lugar de hacer vosotr@s la masa, podéis comprar en el super pasta brisa)

En una sartén, echamos un chorrito de aceite de oliva y sofreimos la cebolla bien picadita. Añadimos los champiñones limpios y cortados en trozos y rehogamos hasta que se evapore el líquido que sueltan. (En este punto si queréis, podéis echarle un chorrito de vino blanco y dejar que se evapore, le da un toque de sabor muy bueno).

 

En otro bol, batimos la nata, la crème fraîche y los huevos. Añadimos el queso rallado y condimentamos con la nuez moscada y la pimienta al gusto (el tema de las especias y condimentos, cada uno a su gusto. Se pueden sustituir estas por otras, añadirle hierbas aromáticas,...).

 

Sacamos la masa de la nevera media hora antes de usarla para que se ablande un poco. La extendemos con un rodillo hasta dejarla de un grosor de unos 5mm (así, a ojo). Cortamos 12 círculos de un tamaño que veamos que nos entre en el molde!! Sirven moldes de flan o de pastelitos. Untamos el molde con un poco de mantequilla para que no se pegue y lo forramos con la masa (este es el punto más complicado), dándole forma con ayuda de los dedos.

 

Rellenamos los moldes forrados con la mezcla de champiñones y cebolla (un par de cucharadas por molde) y lo cubrimos con la masa de los huevos y la nata.

 

Con el horno precalentado a 200ºC, horneamos durante 30 minutos (dependerá del horno y del tamaño de los moldes).

 

Esperamos a que estén templados y...¡a zampar!

Seguro que se os están ocurriendo ya un millón de variaciones: que si con jamón y queso, con verduras,... Podéis hacerlos de mil maneras. No hace falta tampoco hacer mini-quichés individuales, con estas cantidades os da para forrar y rellenar un molde grande y hacer un solo quiché. Yo la verdad que era la primera vez que hacía y he de decir que repetiré muchas veces porque me ha encantado, además es de sabor muy suave.

En cuanto a la crème fraîche, yo nunca encontraba (y me enfadaba con las recetas que la incluían), hasta que hace poco la vi en el Leclerc y creo que en el Carrefour también hay. Si no encontráis no pasa nada, se echa más nata y listo.

Como siempre (qué poco original que soy) os animo a que la probéis y le hagáis las adaptaciones que más os gusten, que no os defraudará!

No me cansaré nunca de daros las gracias por estar ahí.

Muás!

Iratxe