Lo siento por ti. Sí, tú, que siempre pones de excusa que de la cena navideña se encarga tu madre. O tú, que dices que andas muy liado como para ponerte a cocinar. O tú, que sólo pisas la cocina para abrir la nevera y sacar los tuppers que te deja tu madre. O incluso tú, que siempre dices "es que yo no sé cocinar".
Nada, este año todos a colaborar llevando un entrante para la cena o la comida. Así seguro que los Reyes Magos se portan mejor este año ;)
Si por mí fuera ya sabéis que me alimentaría única y exclusivamente de dulces. ¡Es increíble la variedad que hay! Pero no creo que mi médico aprobara esa dieta. Ni creo que mi rendimiento deportivo fuera el mismo. Ni habría en este mundo tela suficiente como para hacerme unos pantalones.
Así que hay que comer salado también. Y ya que en estas fechas a todo el mundo le sale el cocinillas que lleva dentro y le apetece sorprender a los suyos con un plato diferente, hoy os traigo esta idea. Es taaaaaaan fácil de preparar, que hasta el más patoso la puede hacer aunque nunca haya pisado una cocina. Incluso el que piensa que "marinar" un pescado significa tirarlo al mar, el que cree que "encamisar" un molde quiere decir que hay que ponerle ropa o incluso aquel que piensa que "blanquear" mantequilla con azúcar es algo tan apasionante como lo que hacen en Suiza los manguis.
Pero lo mejor no es lo fácil que es hacerlas. Sino lo versátiles que son estas mini tartas de queso. Podéis hacerlas del sabor que más os guste. O de varios sabores para que haya variedad para picar. También es posible hacer una sola tarta grande en lugar de varias pequeñas.
Las que os traigo hoy, a modo de propuesta, las hice el otro día para comer en casa de mi madre. Son de las más simples que podéis hacer, de hecho, me quedé con ganas de haberles puesto más ingredientes para que tuvieran más sabor. Pero estas sirven de base para, a partir de ahí, "tunearlas" a vuestro gusto.
Estas en concreto son unas de aceitunas y otras de perejil y orégano. Pero les podéis poner atún, jamón, salmón, champiñones,... Cualquier combinación que se os ocurra estará genial.
Ahora hay además más variedades de queso Philadelphia, con sabores como finas hierbas, queso azul, salmón,... Si usáis uno de ese tipo le dará más sabor aún y más opciones de sabores.
La última vez que estuve en Italia y este año cuando estuve recorriendo el Danubio en bici, aquello era el paraíso de los quesos Philadelphia. Hay una variedad increíble de sabores! De atún, de boletus (estos dos los probé y están buenísimos), de jamón, de pimientos asados, de cebollino, de chili (¡¡!!),... Así que imaginaos poder preparar estas tartas utilizando esos quesos. El sabor tiene que ser brutal!
Así que desde aquí hago un llamamiento a los señores (y señoras) de queso Philadelphia para que traigan esos sabores aquí. Porque, ¿qué criterios usan para decidir qué sabores mandan a cada país? Pues anda que no triunfarían esos aquí! Si sólo conmigo ya iban a tener éxito de ventas asegurado ;)
Ahora hay además más variedades de queso Philadelphia, con sabores como finas hierbas, queso azul, salmón,... Si usáis uno de ese tipo le dará más sabor aún y más opciones de sabores.
La última vez que estuve en Italia y este año cuando estuve recorriendo el Danubio en bici, aquello era el paraíso de los quesos Philadelphia. Hay una variedad increíble de sabores! De atún, de boletus (estos dos los probé y están buenísimos), de jamón, de pimientos asados, de cebollino, de chili (¡¡!!),... Así que imaginaos poder preparar estas tartas utilizando esos quesos. El sabor tiene que ser brutal!
Así que desde aquí hago un llamamiento a los señores (y señoras) de queso Philadelphia para que traigan esos sabores aquí. Porque, ¿qué criterios usan para decidir qué sabores mandan a cada país? Pues anda que no triunfarían esos aquí! Si sólo conmigo ya iban a tener éxito de ventas asegurado ;)
MINI TARTAS DE QUESO SALADAS
Inspiración: una página italiana llamada Giallo Zafferano.
Dificultad: apta hasta para un niño de parbulitos.
Tiempo de preparación: 20 minutos
Reposo en la nevera: mínimo 1 hora
Cantidad: 12 mini tartas o una tarta grande de 22 cm.
Ingredientes
- 200 g. de queso Philadelphia (o similar)
- 250 g. de queso ricotta
- 50 ml. de nata
- 4 hojas de gelatina (o 5 g. si usáis gelatina en polvo)
- 100 g. de galletas saladas (yo usé un paquete pequeño de Tuc)
- 80 g. de mantequilla
- sal
- pimienta
- lo que vayamos a usar para rellenar: en unas usé perejil y orégano, en las otras usé aceitunas rellenas.
Preparación
Ponemos las hojas de gelatina a remojar en agua fría.
Trituramos las galletas saladas hasta que queden en migas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Removemos bien para que quede una pasta uniforme y cubrimos el fondo de los moldes, compactando bien con ayuda de una cuchara. Si vamos a usar moldes de papel, de los de magdalenas, es mejor poner los papeles en una bandeja de magdalenas (de las que se usan para hornear) para que no se abran. Metemos a la nevera mientras preparamos el relleno.
Calentamos la nata (se puede hacer en el microondas) y disolvemos ahí las hojas de gelatina escurridas. Reservamos.
En un bol mezclamos la ricotta, el Philadelphia, sal y pimienta al gusto y batimos. Podéis usar una batidora de varillas a velocidad baja o con unas varillas manuales. Agregamos lo que vayamos a usar de relleno y la nata, mezclando bien para que se reparta de forma uniforme.
Distribuimos el relleno sobre las bases con ayuda de una cuchara o, mejor aún, con una manga pastelera. Alisamos con el canto de la cuchara la superficie.
Refrigeramos durante al menos 1 hora, aunque mejor dejarlo de un día para otro. Para servir, sacar 10 minutos antes y decorar al gusto.
Trucos / Consejos / Variaciones
- podéis prescindir del queso ricotta y hacerlo sólo con Philadelphia, usando 450 g. del mismo.
- si vais a usar un Philadelphia de sabores, hay que sustituir los 200 g. de la receta por lo mismo del de sabores. O, si no queréis usar ricotta, 200 g. de Philadelphia de sabores y 250 g. del normal.
- la nata que hay que usar vale cualquiera. Yo usé de la de montar porque era la que tenía, pero ya que ni hay que montarla ni es un postre, se puede usar nata de cocinar. O incluso leche evaporada.
- también podéis jugar con las galletas de la base. Yo usé unas normales, pero las hay sabores: de queso, de bacon, con tomate y orégano,...
- poned bastante cantidad de relleno, ya que de por sí la mezcla de ricotta y Philadelphia a secas puede resultar un poco sosa.
- si tardáis más de un día en comerlas, puede que la base de galletas se ablande.
Ya veis qué receta base más fácil para quedar bien. Y podéis modificarla y adaptarla o cualquier gusto, añadiendo al relleno todo lo que se os ocurra. Se prepara muy rápido y como aperitivo está muy bien.
La próxima idea que os traeré será de dulce otra vez para no perder la costumbre, que con una salada de momento vale! ;) Aunque podéis ver alguna de las ideas saladas que os dejé el año pasado: coulant de cebolla confitada y queso brie, coulant de queso azul y nueces o muffins de huevos con chorizo.
Muás
Qué bonitas y originales, me parece una excelente idea,
ResponderEliminarcomo todo lo que haces!!
Un besito
Gracias guapa!! Me alegra que te guste lo que hago ^_^
EliminarMuás
Me encantan tus recetas y siempre me sorprendes de verdad¡¡¡ Y cómo me he reído con lo de "marinar" y "encamisar"... es buenísimo pero tan real¡¡¡¡¡ jajajajajajajajaja. Al lío, que me ha encantado esta receta y prometo ponerla en práctica.
ResponderEliminarMUAKKKKK
Gracias Helena!! Es que hay gente muy cazurra con los términos culinarios ;) Espero que si la pruebas te guste! Lo bueno es que puedes hacerlas del sabor que más te guste.
EliminarMuás!
me encantaaannnn!!! eso tengo que probarlo!! buen fin de semana!!
ResponderEliminarGracias!! Espero que las pruebes y te gusten.
EliminarFeliz finde!
Pues me gusta que nos propongas cosas saladas Iratxe, que como bien dices, no es plan de comer dulce every day. Y esta receta me gusta bastante, sencillita y sabrosa.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias Yaiza! Hay que comer de todo un poco...aunque yo el dulce a diario no lo perdono! Jejeje.
EliminarMuás