Tarta de queso y chocolate sin horno para Halloween

Aunque yo no soy muy de Halloween (por no decir que no soy nada de nada), os traigo una idea para que hagáis una tarta súper rápida, fácil, buenísima y que hará las delicias de todos. 

He estado por no enseñaros esta tarta, porque no estoy muy contenta con el resultado estético. No porque salga mal la receta, sino porque aquí la que escribe es un poco zopenca y me empeñé en hacerla en versión individual ,en unos moldes de los que sabía que luego no la iba a poder sacar ¬ ¬ 

Pero no me parecía bien quedarme esta receta para mí sola. Y, sobre todo, no quería ser yo sola a la que durante un par de semanas los pantalones le aprieten más de lo normal ;-p Sólo con probar un poco ya notaba cómo mi culo iba haciendo espacio y adaptándose a su nueva forma.

La idea de la receta y la decoración de esta tarta están sacadas de una de SandeeA, bloguera a la que sabéis que admiro. En su caso, hizo una sola tarta en un molde desmontable. Pero yo prefería hacer raciones individuales.

¿Por qué? Pues porque nos conozco. Sé que si hago una sola tarta grande, somos capaces de comernos la mitad (o incluso toda) de una sentada, así, sin despeinarnos. En cambio, haciendo tartitas individuales, nos podemos comer una o dos (venga, va, dos) y ya no más porque nos parece demasiado. Esa es la razón.

Pero no tengo moldes pequeños desmontables. Y no se me ocurrió nada mejor que usar el molde de las magdalenas. Le puse un poco de papel de horno en el fondo y engrasé bien las paredes. Pero según la estaba haciendo, ya me di cuenta del error. Tenía que haber forrado también las paredes de papel de horno, porque luego a la hora de sacarlas tuve problemas. No que no se puedan sacar, pero si lo hacéis así os va a costar un rato largo y lo más probable es que acabéis metiendo los dedazos en la crema y os carguéis la forma.

De hecho, ya veis que las paredes no están muy lisitas y es por esto mismo. Pero bueno, que si se os espachurra tampoco pasa nada grave, os lo coméis y tan contentos!! ;)

Otra solución, que es la que hice ya al final sólo con una de las tartas, es montarla en aros de emplatar. Si engrasáis  bien las paredes del aro y desmoldais la tarta cuando esté muy fría, os puede quedar algo aceptable (como la de la foto).

Dividí las cantidades de la receta original entre dos y las adapté un poco, para que no me salieran mini-tartas como para una boda.

Por cierto, la prueba del delito de cómo queda el molde de magdalenas tras este atentado:

TARTA DE QUESO SIN HORNO

Inspiración: esta receta de La Receta de la Felicidad

Dificultad: encontrar galletas DE chocolate!!!! Todas las que veía en el súper eran o CON chocolate o rellenas de chocolate.

Tiempo de preparación: 30 minutos + refrigerado

Cantidad: 8 tartas individuales

Ingredientes

Para la base

• 200 g. de galletas de chocolate
• 80 g. de mantequilla
• 2 cucharadas de azúcar
• una pizquita de sal

Para el relleno

• 300 g. de queso crema
• 100 g. de azúcar
• 125 ml. de nata para montar (mín. 35% de materia grasa)

Además

• puré de frambuesa
• salsa de chocolate (o ganaché de chocolate) para decorar

Preparación

Trituramos las galletas hasta convertirlas en polvo. 

Las mezclamos con el azúcar, la sal y la mantequilla fundida. Revolvemos bien para que se forme una pasta uniforme. Forramos el molde o moldes, cubriendo bien el fondo y a continuación las paredes. Aunque uséis un  molde desmontable, mejor engrasarlo un poco.

Ponemos encima de la base una cucharada del puré de frambuesa y reservamos en la nevera.

Batimos el queso a velocidad media con las varillas hasta que quede esponjoso (unos 3 minutos). Bajamos un poco la velocidad, añadimos el azúcar y volvemos a batir a velocidad media-alta otros 3 minutos más.

En un bol aparte, montamos la nata. Ha de estar muy fría para que monte bien. No es necesario que quede muy firme.

Mezclamos la nata con el queso, con movimientos envolventes para que no pierda esponjosidad y volumen.

Vertemos esta mezcla sobre las bases de galleta. Alisamos la superficie con el dorso de una cuchara y golpeamos suavemente el molde para eliminar las posibles burbujas de aire.

Si vamos a decorarlo con la tela de araña. cogemos salsa de chocolate (o podéis hacer ganaché casero) y la ponemos en un biberón o manga pastelera. Dibujamos espirales sobre la superficie de queso, de dentro hacia afuera. Movemos un poco el molde para que el chocolate se fusione con el queso. Con ayuda de un palillo (o la punta de un cuchillo), cortamos la superficie: desde el punto central hacia afuera arrastramos el palillo para dar esa imagen de tela de araña. Después de cada línea hay que limpiar el palillo o cuchillo para no dejar marcas.

Guardamos la tarta en el frigorífico de un día para otro. También se puede meter en el congelador (si tenéis suerte de tener sitio...) y sacarla 15 minutos antes de consumirla.

Trucos / Consejos / Variaciones

• Si la tela de araña no os queda bien, podéis retirar la capa de arriba con cuidado con una cuchara. Alisáis la superficie y volvéis a hacer la tela. Yo la dejé como quedó, que corría el riesgo sino de quedarme sin tarta!! ;)
• La decoración de la tela de araña tampoco es necesario hacerla. Ahora como se acerca Halloween pues viene bien para preparar un postre temático, pero le podéis poner lo que queráis o incluso nada de nada.
• La tela de araña la hice con salsa de chocolate porque tenía un bote por casa. Si no tenéis, o preferís algo más casero, podéis preparar vuestra propia salsa de chocolate o hacer ganaché. Para ello, ponéis a cocer 100 ml. de nata y cuando rompa a hervir la vertéis sobre 100 g. de chocolate troceado. Removéis bien para que se funda y dejáis templar antes de usarlo.
• Otra de las cosas que cambié de la receta original es el relleno que hay entre la base de galleta y el propio relleno de queso. Sandra pone ganaché de chocolate, pero yo le quise poner algo color rojo para que al morder o partir la tarta tuviera aspecto de "sangre" (salvando, y mucho, las distancias). Así que puse puré de frambuesa, pero valdría cualquier otro puré, mermelada, salsa de color rojo. Además la combinación de sabor entre la galleta de chocolate, el queso con nata y la frambuesa es espectacular!
• si no encontráis galletas de chocolate, o si no os gusta tanto el chocolate, podéis preparar esta tarta perfectamente con galletas normales, con las que más os gusten. En este caso, las de chocolate le dan ese color negro más apropiado para una tarta de Halloween y de tela de araña.

Espero que os animéis a probarla porque no os va a defraudar. ¡¡Os va a encantar!! Eso sí, es mi deber moral como bloguera-repostera advertiros de que es totalmente adictiva. Lo peor es que como se come fresquita y es con queso, no resulta muy empalagosa mientras la estás comiendo, con lo que tranquilamente te pones "morao". 

Si sois de los que celebráis y disfrutáis de Halloween, espero que lo paséis genial. Si sois más de los míos, de no importar tradiciones y fiestas de fuera, ánimo que esta semana es más corta, yujuuuuuuuuuuuu!!!!!!!

Muás