Trenza de dulce de leche

"Si la vida te da limones, haz limonada."

"Si la vida te da un bote de dulce de leche que te lo vas a acabar comiendo a cucharadas, haz una trenza."

Y eso es lo que me pasó a mí. Hace poco publiqué una entrada en la que os enseñaba cómo hacer dulce de leche en casa. También os dije que yo siempre había estado firmemente convencida de que el dulce de leche no me gustaba nada de nada. Pero me equivoqué. Me gusta. Mucho.

Así que aunque el bote resultante lo guardé en un armario, bien escondido para evitar tentaciones, iba camino de acabar comiéndomelo todo a cucharadas, así como quien no quiere la cosa.

De pequeña me pasaba eso con la Nutella. Pasaba cerca del armario donde la guardaba mi madre y sacaba el bote para untar "un poquito" el dedo. El problema es que para cuando me daba cuenta le había pegado tal viaje al bote que quedaba la mitad.

No quería que me pasara lo mismo con el dulce de leche, así que me puse a pensar en alguna receta para gastarlo. Sí, al fin y al cabo me lo iba a comer igual, pero no es lo mismo. Me siento  menos mal comiendo algo que lo lleva que comiéndolo así sólo, aunque al final acabe ingiriendo bastantes más calorías...

Lo primero que pensé fue en hacer una cheesecake mega calórica, con relleno de dulce de leche o algo así. Menos mal que entre semana ando con el tiempo justo y me dio pereza! Me puse a buscar en algunos de mis blogs favoritos y no encontraba nada con dulce de leche. Pero vi este pan de leche condensada y pensé: oye, pues cambio la leche condensada por dulce de leche y listo! Total, el dulce de leche lo hice con leche condensada, así que tanto monta, monta  tanto.

Y  menos mal que el resultado salió bien!! Porque ya veréis con los ingredientes que lleva como hubiera tenido que tirar todo eso a la basura!

Resultado del experimento a lo loco: un pan tipo brioche, con un sabor muy suave, esponjoso e ideal para desayunar. O hasta incluso para comerlo con jamón y queso en plan bocata dulce-salado. A nosotros nos ha servido de desayuno el fin de semana y aún queda. Porque vamos, ni Rapunzel se hacía trenzas de este calibre! Para la próxima vez que lo haga, o hago un par de trenzas más pequeñas o hago bollitos individuales para poder untarlos con mermelada o rellenarlos a placer. 

Os lo dejo tal cual salió, con sus defectillos y todo. Ya veis que la parte central de la trenza se rompió un poco al crecer en el horno y que algunos bordes se resquebrajaron un poquito, creo que debido al tamaño.

Aunque pueda parecer difícil o  muy laborioso, en realidad no lo es tanto. Si lo hacéis en bollitos individuales es aún más fácil porque no tendréis que andar "trenzando". De todas formas os enseño el paso a paso de cómo hice la trenza y ya veréis que es muy fácil (las fotos del paso a paso están hechas con el móvil, así que perdonad que sean una "M").

Vale, sí, lo hice con la panificadora y por eso digo que es muy fácil. Sí, no tengo vergüenza. Pero sin ella no habría tenido tiempo! ¿No cuela?

Si no tenéis panificadora lo único que varía es que tendréis que amasar a mano o con el gancho amasador de la batidora (si tenéis) y hacer un levado más. La panificadora lo que te hace es amasar los ingredientes y hace el primer levado, con lo que en 1 hora y media ya tienes la masa lista para formar y dejar hacer el segundo levado.

TRENZA DE DULCE DE LECHE

Inspiración: adaptada de esta trenza de leche condensada.

Dificultad: de 0 a 10, con panificadora 2; sin ella 5.

Tiempo de preparación: 30 minutos + levados (una tarde más o  menos en total)

Cocción: 25 minutos.

Ingredientes

• 370 g. de dulce de leche (sacado de una lata pequeña de leche condensada)
• 210 ml. de leche
• 100 ml. de aceite de girasol o de oliva suave
• 50 g. de levadura fresca (2 cubitos) o 3 sobres de levadura seca de panadería (15 g.)
• 3 huevos
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 kg. de harina
• una pizca de sal

Preparación 

En panificadora: 

1.- Ponemos los ingredientes en la cubeta de la misma en este orden: dulce de leche, leche, aceite, huevos, vainilla, sal y harina. Si la levadura es fresca, la disolveremos previamente en la leche. Si es seca, la añadiremos en último lugar.

2.- Programamos la máquina en el programa de amasar. El mío tarda 1 hora y 25 minutos.

3.- Cuando esté, vertemos la masa sobre la superficie de trabajo. Cortamos 5 trozos iguales de  masa y los vamos estirando hasta formar unos churros. Colocamos los 5 churros uno al lado del otro y juntamos con cuidado los extremos. Comenzamos a trenzar: cogemos el churro de la derecha y lo llevamos al centro. Hacemos ahora lo mismo con el de la izquierda. Vamos repitiendo este movimiento hasta el final de los churros, que lo uniremos para formar el extremo de la trenza.

4.- Dejamos levar hasta que doble el tamaño. 

5.- Pintamos con huevo batido la superficie y horneamos a 180ºC (horno siempre precalentado 10 minutos antes) durante 25 minutos.

A mano: 

1.- Deshacemos la levadura en la leche. Si es con levadura seca también la mezclaremos con la leche.

2.- Formamos un volcán con la harina y en el centro ponemos el resto de ingredientes. Comenzamos a trabajar poco a poco con las manos y amasamos hasta formar una bola de masa homogénea. Colocamos la bola en un bol untado con un poco de aceite para que no se pegue y dejamos levar hasta que doble el volumen.

3.- Cuando haya doblado volumen, volcamos la bola sobre la superficie de trabajo y le damos un golpe seco para "desgasificarla".

4.- Repetimos los pasos 3, 4  y 5 de antes.

Trucos / Consejos / Variaciones

• podéis sustituir el dulce de leche por la misma cantidad de leche condensada.
• queda una mezcla entre brioche y pan. El sabor es similar al brioche y la miga es un poco más compacta, más parecida a la del pan.
• si queréis retardar el levado (yo me tenía que ir a trabajar e iba a tardar 6 horas en volver), podéis meter la trenza en la nevera. Cuando vayáis a hornearla basta con sacarla 5 minutos antes. Incluso podéis prepararla por la noche y hornearla a la mañana para tenerla recién hecha para desayunar.
• podéis darle forma de bollitos individuales. Eso sí, os saldrán un montón!
• para hacer el dulce de leche en casa, podéis verlo aquí.

Espero que os animéis a probarla porque el resultado os sorprenderá gratamente. Y además os servirá para deshaceros de ese malvado bote de dulce de leche o de leche condensada que os llama a coméroslo a cucharadas y no sabéis por cuánto más vais a resistir.

Próximamente os traeré el resultado de otro experimento (sí, hice los dos experimentos a lo loco el mismo día y misteriosamente los dos salieron bien!) que, a mí, me ha cambiado la vida! Bueno, igual no es para tanto, pero me parece una bomba,

Muás

Iratxe